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La imaginación es poder

23/05/2020
 Actualizado a 23/05/2020
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Los que crecimos en plena transición democrática, las generaciones de los 70 y los 80 que maduramos atisbando ‘la movida’, nunca imaginamos vivir una situación así, observando tras los cristales cómo se nos escapa la primavera entre los dedos mientras perdemos vidas que jamás serán cifras, por mucho que hayan tratado de convertir pérdidas en estadísticas. Toda versión oficial resulta fría. Llegará un día para el llanto, pero ahora la lucha es sobrevivir y dar esquinazo a este virus diabólico que parece escapado de una mente enferma.

La crisis sanitaria dejará tras de sí otra emergencia no menos dramática. La futura pobreza. La pérdida de oportunidades para unos ciudadanos que, si ya partían de una situación difícil, ahora tendrán que replantearse el escenario. Cualquier plan trazado con anterioridad puede haber quedado obsoleto. Esta pandemia lo cambia casi todo.

Será indispensable ayudar a la población más vulnerable, a esos cien mil hogares que no pueden salir adelante. También será imprescindible idear una estrategia ambiciosa que rearme y reactive con ímpetu el tejido empresarial. Si eso no ocurre millones de personas verán truncadas sus aspiraciones de realización personal. Pero siendo realistas, y aunque parezca un contrasentido, será necesaria una gran dosis de imaginación. La imaginación y la creatividad serán escudos.

Como ha dicho hace unos días Fran Ares en una entrevista, ‘factores como la capacidad de anticipación, la optimización de recursos, la creatividad y la proactividad toman el verdadero protagonismo.’ Podemos buscar un nuevo horizonte o esperar sentados, el caso es que en plena hecatombe la agricultura ecológica está viviendo un auténtico ‘boom’, el teletrabajo ha llegado para quedarse; en general la vida se ha vuelto más online. Tocamos más instrumentos musicales y hacemos más deporte. Eso sí, estoy segura de que las cañitas en fase 4 no nos las quita nadie.
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