La imaginación al poder

El Dixit es un juego de deducción con cartas que son obras de arte en miniatura y que funciona genial con grupos de edades o características muy diferentes. ¿Cómo se te da contar historias?

Jesús Coca Aguilera
13/07/2022
 Actualizado a 13/07/2022
Imagen de una partida de Dixit, con el juego original y para cuatro jugadores. | J.C.
Imagen de una partida de Dixit, con el juego original y para cuatro jugadores. | J.C.
Hay juegos que sabes que no sirven en determinados escenarios. Que en esa reunión familiar donde se juntan personas de edades muy distintas o en un encuentro con gente a la que no le va mucho el tema o al menos no está acostumbrada, sacarlos sería al 100% un fracaso por buenos que sean.
Sin embargo, en esta segunda entrega veraniega con sugerencias de juegos de mesa, vamos a presentar uno que funciona genial en ese tipo de escenarios, pero también en otros más específicos, porque puede resultar completamente distinto en función de con quién lo juegues.

Se trata del Dixit, aparentemente sencillo en cuanto a sus componentes, pues apenas cuenta con 84 grandes cartas y unos marcadores de puntuación, ya que incluso la propia caja es el tablero, pero que no necesita más para convertirse en algo realmente mágico. 

La imaginación al poder podría ser el lema de este juego de deducción, donde debes encontrar la palabra, frase o historia adecuada para solventar con éxito tu turno, pero también ‘entrar en la mente’ del resto para ir acumulando puntos cuando realmente se acaba decidiendo quién gana, que es cuando el resto ejerce de ‘cuentacuentos’.

Pueden jugar de 3 a 6 jugadores a la vez, si bien con tres pierde bastante gancho y va mucho mejor a partir de cuatro, siendo ampliable a doce con una de las expansiones.

¿La mecánica? Es muy sencilla. Cada jugador tiene seis cartas, las cuales tienen diseños y gráficos espectaculares, siendo muchas auténticas obras de arte en miniatura con infinidad de detalles dentro de ellas.

En cada turno una persona es quien lleva la ‘voz cantante’. Pone una carta boca abajo sobre la mesa y dice algo que la identifique pero no muy claramente, pues el objetivo es que alguien se la acierte... pero que no lo hagan todos pues entonces pierde. Y es que a continuación el resto pondrá encima una de de sus tarjetas, la que crea que más pueda asemejarse a lo que ha dicho el ‘narrador’. Entonces, se levantan todas y cada jugador pone su ficha en la que cree que es la de quien contó la historia. ¿Si la aciertas? Sumas. ¿Si alguien ha dicho que es la que tú has puesto? También sumas.

Y así, robando todos una carta para volver a tener seis y pasándole el turno al siguiente, transcurre la partida, oficialmente hasta que alguien alcance un número determinado (30) de puntos, pero en muchas ocasiones se opta por jugar hasta que se acaben todas las tarjetas, teniendo su toque especial esas últimas manos donde apenas te quedan entre las que elegir.

Si juegas mucho de forma continua, y sobre todo si lo haces siempre con la misma gente, es verdad que puede llegar un punto en el que las ideas se repitan. Sin embargo, hay cerca de una decena de expansiones con cartas nuevas que convertirán el Dixit en un juego completamente nuevo, usándolas por separado o juntándolas todas en un mismo mazo.

Una, la Odyseey, funciona como un juego completamente nuevo, trayendo su propio tablero y fichas de puntuación. Las otras traen sólo las tarjetas, así que necesitas tener el original o el citado Odyssey para utilizarlas.

Son, por orden de fecha de lanzamiento, la Quest, Journey, Origins, Daydreams, Memories, Revelations, Harmonies y Anniversary. Si te planteas coger una es porque ya has usado el Dixit, así que es echar un vistazo por la red a las cartas y decantarte por la que más te guste. Cualquiera será un acierto.
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