La iglesia de Valdesaz o Almonacid de los Oteros

Un informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando indicó que "dicho edificio reúne los méritos suficientes para ser declarado monumento histórico artístico de carácter nacional". Es BIC desde el año 1982

Javier Revilla
22/07/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Valdesaz destaca por su impresionante iglesia parroquial, que está dedicada a la Asunción y se dice perteneció al desaparecido monasterio de San Cipriano. | J.R.
Valdesaz destaca por su impresionante iglesia parroquial, que está dedicada a la Asunción y se dice perteneció al desaparecido monasterio de San Cipriano. | J.R.
No llegan actualmente al medio centenar los vecinos empadronados en Valdesaz de los Oteros. Sin embargo, tienen la suerte de vivir sobre un solar repleto de historia, curiosidades y, sobre todo, arte.

Quizás pocos lectores sepan que hace no tanto Valdesaz se llamaba Almonacid, y que incluso ambos topónimos convivieron durante algún tiempo. De hecho, todavía hoy existe el Marquesado de Almonacid de los Oteros, título nobiliario creado por Felipe IV en 1663.

Pero Valdesaz destaca por su impresionante iglesia parroquial. Está dedicada a la Asunción y se dice que perteneció al desaparecido monasterio de San Cipriano, de historia milenaria pero del que apenas conocemos nada salvo por su importante archivo, ya que nunca se ha estudiado arqueológicamente.
Volviendo al templo, éste sin duda es una de las joyas artísticas de la llanura leonesa. Su mérito es tal que, antes de la creación de las autonomías y que se transfiriesen a ellas las competencias de patrimonio, un informe de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando indicó «que dicho edificio reúne los méritos suficientes para ser declarado monumento histórico artístico de carácter nacional». Por tal reconocimiento llevaba suplicando a las autoridades el párroco de Valdesaz desde 1967.

Para poder entrar al  templo deberemos contactar con Sofía, Lera, guía por amor al arte y a su puebloFinalmente, por Real Decreto del año 1982 el Gobierno de España declaró a esta iglesia lo que hoy denominamos Bien de Interés Cultural, comprometiéndose a «la tutela de este monumento, que queda bajo la protección del Estado». Luego, reitero, vendría la transferencia competencial a la Junta de Castilla y León, de quien actualmente depende la conservación y promoción de este edificio que, no obstante, es propiedad de la Iglesia y por tanto su principal responsable.

Si deciden visitar la parroquia de Valdesaz, no tendrán problema alguno en disfrutar de su armonía exterior. Les recibirá un interesante templo en lo alto del pueblo, rematado en una espadaña de ladrillo; les recomiendo que centren su atención en sus campanas y no en el horrible revestimiento de las cubiertas (me escandaliza que se pueda sustituir la teja antigua en un BIC de esta manera). Los muros perimetrales de la iglesia son en parte de piedra, mostrando interesantes pilastras de orden toscano. Esta y otras características han llevado a atribuir su factura al arquitecto renacentista Juan del Ribero Rada. El templo posee dos entradas mediante arcos de medio punto, aunque actualmente la que mira al Norte está cegada y sólo podremos acceder al interior por la portada Sur, además porticada. Pero para poder entrar al templo deberemos contactar previamente con Sofía Lera, guía de este monumento por amor al arte y a su pueblo, pues oficialmente la iglesia no es visitable. Debemos decir al respecto que, si bien las instituciones han cumplido en parte con su compromiso de conservación del edificio, no están haciendo casi nada por su difusión y exhibición, algo inadmisible para todo un Monumento Nacional.El templo posee dos entradas mediante arcos de medio punto, aunque la entrada norte está cegadaY es que poder visitar el interior de la iglesia de Valdesaz nos permitirá desarrollar un gran impacto emocional. Rebosa hermosura por cada rincón y, por momentos, nuestros ojos serán incapaces de abarcar tanto arte. El templo se divide en tres naves mediante grandes arquerías de piedra, un material constructivo poco habitual en las llanuras leonesas. Tanto en las naves laterales como en las capillas existen varios retablos, destacando el Altar Mayor dedicado a la Virgen.Pero lo más sobresaliente del monumento está mirando hacia arriba. Sus cubiertas de madera son impresionantes, puro arte mudéjar. Sobre la nave central hay un magnífico artesonado sin policromar, con lazos de doce y tres racimos de mocárabes en su almizate. Mas el deleite total se reserva para la Capilla Mayor, cubierta con armadura octogonal.Al traspasar el arco toral alcanzaremos el Presbiterio. Su techumbre, del siglo XVI, simula un bellísimo cielo estrellado gracias a lacerías ataujeradas de diez, en ochavo gracias a las pechinas sobre las que se asienta, rematando en grandioso racimo central de mocárabes. Sirva terminar diciendo que ya hace un siglo Gómez Moreno dijo que era una armadura «muy rica». Que en pleno siglo XXI este maravilloso conjunto artístico de Valdesaz no sea visitable –salvo en horarios de culto o por la gentileza de Sofía Lera–, es inaceptable.
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