La huella de la despoblación

Casi tres de cada diez municipios de la provincia de León no registraron el pasado año ningún nacimiento y únicamente dos lo cerraron sin fallecimientos. La comparativa con los datos de los años 80 son buena muestra de la sangría demográfica

Es un reto eterno para las administraciones, que no han logrado poner freno a la pérdida de habitantes
26/12/2018
 Actualizado a 10/09/2019
La huella de la despoblación se intuye en las estadísticas. El pasado año, Acebedo y Valdemora no tuvieron que dar de baja a ninguno de sus habitantes. Fueron los dos únicos municipios de la provincia de León sin defunciones, frente a los 59 que no tuvieron ningún nacimiento. Estos últimos suponen casi tres de cada diez, según el análisis de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) que hoy publica este periódico. Rebuscando en las cifras que inauguraban la década de los ochenta, se puede comprobar cómo hace algo más de 25 años en la provincia de León nacían muchos más de los que morían. En aquel entonces había más de 520.000 habitantes), nacían cerca de 6.700 personas y se enterraron algo menos de 4.500. La diferencia era de 2.000 almas a favor. La comparativa entre estas dos épocas es buena muestra de la sangría demográfica que ha sufrido León desde entonces y que a día de hoy no parece tener freno. La despoblación se ha convertido en un eterno reto para las administraciones, que apuestan por los pueblos mediante escuelas con pocos alumnos, consultorios con pocos pacientes y planes de empleo pero que no logran poner freno a una tormenta perfecta en la que confluyen la caída de la natalidad, el envejecimiento y la crisis, que expulsó a los jóvenes a otros territorios y priva a León de su talento, lo que complica aún más la generación de oportunidades para progresar.
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