Las medidas tomadas por la Junta para frenar la expansión del coronavirus obligan a cerrar desde las 0:00 horas de este viernes toda la actividad en bares y restaurantes. La inmensa mayoría del sector vive momentos "muy delicados" que pueden conducir a cierres masivos, tras mese de parón y un verano trabajado "a medio gas". Y es que algunos hosteleros, como es el caso de José Antonio Vega, consideran que abrir tras el confinamiento ha sido "una pérdida de tiempo". "Después del primer golpe, esto está fatal y será complicado seguir. No da para pagar la luz, ni la renta, ni nada", valora el encargado del 'Café Cristal'.
Actualmente, los negocios de hostelería de León cuentan con 12.016 afiliados que ahora quedan en el aire. En lo que va de año ya se han dado de baja 830 empleados del sector, a los que habría que sumar los que continúan en Erte.
La desescalada y la 'nueva normalidad' han estado marcadas en el sector por las inevitables restricciones, pero también por los tan corregibles como continuos cambios en las normativas. Una falta de estabilidad en la toma de decisiones que, según cuentan los profesionales del sector, ha terminado por descolocar a hosteleros y clientes. "Cada semana tenemos una norma distinta y nosotros nos vamos enterando, pero el cliente está un poquillo despistado. Está un poco descolocado y opina que nosotros, los restaurante y bares, no somos tampoco un sitio que haya contagios", apunta Cristina Lobo del 'MiKfe' de Burgo Nuevo.
Ayudas que no llegan
El único salvavidas posible pasa por las ayudas. De no llegar, centenares de bares y restaurantes de León estarán abocados al cierre y se perderán miles de empleos en uno de los sectores clave en la provincia.
Leo Cadenas lleva 20 años regentando la 'Cafetería P.B.' y asegura que no ha vivido nunca una crisis igual. Por ello, asume que tendrá que adelantar su jubilación y lamenta la ausencia de un rescate para el sector. "Ayudas no hemos recibido ninguna, yo hasta ahora no he recibido ninguna ayuda de ningún tipo. Hemos tirado de ahorros de atrás, los alquileres a penas nos lo han reducido y estamos pagando prácticamente lo mismo. Tiraremos hasta donde aguantemos y cuando no pues cerramos y se acabó", apunta el hostelero.
Las quejas sobre las faltas de ayudas son generalizadas en todo el sector. Víctor Martín, del 'Restaurante La Retranca', considera que hasta la fecha son "cero", pero que lo que sí que hay son "muchas promesas". "Dificilillo está el tema, ya que parece somos los culpables de toda esta tesitura sin tener nada. Va a ser la muerte de mucha gente, de muchos negocios, por la falta de apoyo", valora Víctor Martín.
Muchos profesionales de la hostelería ya contemplan la opción de bajar la trapa definitiva. En especial, aquellos que están próximos a la jubilación, como es el caso de Leo Cadenas. "Me gusta mi trabajo, llevo toda la vida en la hostelería y pensaba seguir un año o un par de años más. Pero si esto sigue así, tendremos que pensar en dejarlo", comenta resignado el responsable de la 'Cafetería P.B'.
Y es que esta crisis afecta tanto a los veteranos de la hostelería como a los emprendedores del sector. El 'Restaurante La Retranca' abrió hace poco más de un año y ya ha tenido que hacer frente a dos cierres. Ahora, su plantilla de trabajadores vive con incertidumbre su vuelta al Erte. "Somos cinco y nos iremos todos imagino que al Erte y a esperar porque según está la situación. Cuándo cobras, cuándo no cobras...", comenta el responsable de este céntrico local de la capital leonesa.
"Será mínimo para un mes"
Todos en el sector asumen que el cierre se prolongará "como mínimo durante un mes". "El sacrificio lo hacemos, esperemos que al menos sirva para frenar al virus", indica Cristina Lobo.
La esperanza de los locales es reabrir después del 'puente de la La Inmaculada' y poder "remontar un poquitín el vuelo" con la campaña navideña. "El instinto de casi todos los hosteleros es cerrarnos hasta el 9 de diciembre", apuntan desde 'La Retranca'.
La Navidad ya está a la vuelta de la esquina, pero los balances anuales para los hosteleros ya hace mucho tiempo que están completamente malogrados. A sabiendas de que otro año igual será el punto y final para una gran mayoría de ellos, los bares y restaurantes de León solo piden a 2021 que acabe con toda esta pesadilla.