La hora Ramón

Si me pongo estupendo os diría que el Grupo de Filósofos de lo Rural Sin Obra Publicada y el de Filósofas de lo Rural Con Bata Guateada al Salir al Panadero (en inglés, yes) también sabemos viajar al tío gugle e incluso al gugle crome para decir pomposamente que «lo universal es lo local sin fronteras», y añadimos como bien dijo Torga, y quedamos como dios cuando lo que queríamos era decir que «esto no hay cabrón que lo entienda», como bien decía Sidoro al acabar el telediario y comprobar que «pasa lo mismo aquí que en Murcia», que el que inventó la expresión algo se debía oler.

Que resulta que ya estamos en manos de Ramón, aquí y aculla. Lo que quería decir Torga, y si no que lo desmienta, es que Getino, por ejemplo, es el mundo. El mundo universo, no cualquier pijadina de poca índole.

Y Getino tenía tantas ventas de comer y beber como casas, molín que molía, caldas de bañarse en caliente sin necesidad de prender la cocina, Honorio que sabía dichos y los contaba, gente que pescaba y sabía tirar a los bolos alto y floreao sin perjuicio de ahorcar... pero aquello dio en joderse cuando vino la tendencia a ser todos ministros o, cuando menos,chóferes de un coche con maletero y cierre centralizado, que disparabas el llavero desde la terraza de la venta y se abría la puerta del coche aunque estuviera aparcado donde el repetidor de La 2, que ya no sirve para nada pero orienta para saber.

Y el caso es que dieron en marcharse —aunque viniera alguno como El Necio, que fue chófer para Picurri— y otros en morirse y ya no había personal ni para hacer una Junta Vecinal completa, por lo que hubo que recurrir a Ramón, que antes ni se les había pasado por la cabeza.

Y nombraron a Ramón.

Y la mujer cuando se enteró puso el grito en el cielo: «¡Ay España, España, en manos del mí Ramón!».

Y no sé por qué parece que pasa aquí lo mismo que en Murcia, piensa que lo dijo Torga, y ha llegado la hora del mi Ramón, pero sin fronteras, en todas partes. Ay España España.