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La hora de los (no) políticos

21/03/2015
 Actualizado a 15/09/2019
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¿Conseguirán los nuevos actores de la escena política local eclipsar, ahora tan de moda, a los del tango de la guardia vieja? Esa es una buena pregunta que por primera vez desde hace muchos años se realiza de cara a estos comicios, a celebrar como saben el próximo 24 de mayo.

Astorga o La Bañeza no son ajenas a estos cambios. El pueblo ha asumido que se tiene que poner detrás de una pancarta para estar representado. Y definitivamente, también en las elecciones locales, los nuevos partidos surgidos desde la plaza o desde la era toman protagonismo, aunque como en toda regla también hay su excepción, es decir, nuevos partidos con viejas caras, caso de ‘Ciudadanos’ en La Bañeza, o viejos partidos con caras nuevas como Izquierda Unida en Astorga.

El PP, PSOE, UPL perfilan ya sus candidatos, no sin poca polémica en algún caso. Peleas internas que sin duda va a lastrar a los de la rosa hasta herirse con sus propios pinchos. Veremos si el arañazo es mortal de necesidad o no. El terreno perdido es complicado de recuperar y todo ello es aprovechado por nuevas formaciones, o no tan nuevas en las siglas pero sí en las caras, para acceder al pastel consistorial.

El grupo Ciudadanos Rurales Agrupados (CRA) ha surgido con fuerza, parte de alguna salida abrupta de gente del partido socialista, hartos del ninguneo al mundo rural. Y no se van a quedar en los pueblos, que también. El CRA prepara candidatos hasta en 12 municipios, entre ellos Astorga. Hombres de la tierra a los que solo preocupa que el mundo rural no se desvanezca entre promesas baldías, que en estos periodos llegan de Valladolid pero que mueren antes de llegar a Benavente.

Liderados, o mejor dicho organizados por el alcalde de Valderrey, Gaspar Cuervo, los ciudadanos rurales quieren, y así lo han dicho «que cada ciudadano que acuda a votar sepa al menos quién, cómo y cuando le están robando». Se van a hartar a dar explicaciones, empezando por la Junta y pasando, para quedarse un buen rato, por la Diputación Provincial, donde la mierda sigue saliendo a borbotones (como la lleven al CTR lo colapsan de verdad).

‘Podemos’, tiene su círculo en Astorga plenamente operativo, con Juan Carlos González al frente, aunque para alivio de algunos (que ya estaban asustados de la cantidad de votos que les iban a robar) no van, en principio, a participar en las elecciones locales. Según apuntan no están plenamente formados y no tienen un programa realizado. Y prefieren esperar. Eso, e imagino que siguiendo también el dictamen del señor Iglesias que no quiere desgastar la ‘marca’, con vistas a las próximas generales. Algo que, la verdad, resta confianza.

Otra formación que presenta cara completamente nueva es Izquierda Unida en Astorga. La psicóloga Carmen Villaverde, según ha señalado, lleva tiempo trabajando en un programa que saque a la ciudad de la monotonía bipartidista y dé otro color a la localidad. Para sorpresa de muchos el coordinador de la formación en Astorga, Jañez, ha dado un paso atrás y deja lugar a Villaverde. Defensa de lo público y participación ciudadana son las premisas.

La pregunta podría ser si los ciudadanos estamos preparados para participar en la vida política de una forma activa o solo funcionamos bajo indicación. Los partidos de izquierdas tienen la respuesta muy clara. Yo no tanto. Una cosa es lo ideal y otra lo real.

Como era de esperar, Victorina Alonso solo repite con Mercedes Rojo (su fiel y casi única aliada estos años) en la lista socialista. El resto es un compendio de veteranos y nobeles, aunque estos últimos deberían estar en los puestos de arriba una vez se conozca la numeración. El Psoe astorgano, gravemente herido, quiere atraer de nuevo a los votantes con caras nuevas, jóvenes y sobradamente preparadas, como el psiquiatra Antonio Serrano, viejo compañero de aula de quien les escribe, que se va a hacer cargo de la gestora. Sin duda un tipo brillante. Veremos si en el ruedo político es tan hábil como interpretando la psique humana. A Serrano se unen jóvenes economistas, profesores o músicos que dan otro aire a los socialistas. Acertada y necesaria decisión, en un par de meses comprobaremos si la jugada sale. Lo hecho, hecho está. Y Alonso ha pasado página de la manera más rápida posible, quizás es lo mejor que podía hacer. Sin dar más aliento a los detractores. Parece que el mensaje es claro. Para la ya candidata oficial Astorga importa más que el partido. Para algunos esto será malo, para otros simple y llanamente es lo que se le pide a un alcalde.
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