La hora de los consumidores

La pandemia ha vuelto a demostrar que, cuando la situación se complica, todo el mundo mira al Estado. Sí, ese mismo Estado que muchos suelen criticar y al que una inmensa mayoría se jacta de defraudar. Es tristemente habitual en este país que cuando hay beneficios no se quiera saber nada de nadie y cuando hay pérdidas se quiere que las asumamos entre todos. Pasa en todos los sectores. Las críticas no al Estado pero sí a las instituciones más cercanas se escuchan a otro volumen, pero estamos en una situación en la que, queramos o no, no es suficiente con culpar al que tengamos a mano, sino que también toca mirarse por dentro. Sirva como ejemplo la apuesta por la ayuda al comercio y la hostelería que han hecho tanto el Ayuntamiento de León como la Cámara de Comercio, una iniciativa interesante, abiertamente mejorable, anunciada con mucha pompa de autorretrato cuando sería necesario una intensa campaña de comunicación, pero una iniciativa al fin y al cabo, que es de lo que más escasos andamos. Si las instituciones hacen su parte, si los hosteleros y los comerciantes hacen la suya, el turno le corresponde ahora a los leoneses, entre los que es fácil encontrar críticas contra el mundo entero, pero es la hora de apoyar lo nuestro, de comprar aquí, de gastar aquí, no pedir por un lado más ayudas y por otra recurrir a grandes plataformas que tributan en paraísos fiscales para hacer las compras.