La historia se repite y... ¿cuántas veces más?

Ahora hablas con la gente,y todos sabían que era un machista, un egocéntrico, un dictador y no sé cuántos calificativos más, pero con todo este historial ¿cómo es posible que la gente le vote?

Mujeres por la igualdad
19/07/2020
 Actualizado a 19/07/2020
Pancarta contra las violencias machistas en el Ayuntamiento de Ponferrada. | L.N.C.
Pancarta contra las violencias machistas en el Ayuntamiento de Ponferrada. | L.N.C.
Una vez más, Ponferrada es noticia por un caso de violencia machista. No es la primera vez que salimos en los medios por temas de violencia contra las mujeres, pero la novedad puede ser, que se trata de dos personas de la política ponferradina.
Algo no funciona bien en la política, cuando el presunto agresor, después de pasar por casi todos los partidos políticos, forma un partido propio, crea una coalición con un partido bercianista y con los votos de la ciudadanía de Ponferrada, sigue estando ahí.

¿Cómo es posible esto? Ahora hablas con la gente, y todos sabían que era un machista, un egocéntrico, un dictador y no sé cuántos calificativos más oyes cuando sale el tema, pero con todo este historial ¿cómo es posible que la gente lo vote?, ¿cómo es posible que siga estando en el equipo de gobierno del Ayuntamiento?

Llego a concejal en 2015 con los votos de gente de Ponferrada, gobernó con el PP, dándole la Concejalía de Asuntos Sociales y de la Mujer, fue presidente del Consejo Municipal de las Mujeres y ahora vuelve a estar en una Concejalía.

En este nuevo gobierno municipal otra vez dos partidos políticos, que seguro que también conocían sus actitudes, pactaron con él, y lo llevaron de nuevo a formar parte del equipo de gobierno de este Ayuntamiento y aunque el alcalde se dio prisa en cesarle de sus responsabilidades cuando salió en la prensa la noticia, no hubo un rechazo contundente a este tipo de agresiones, ni hacia esta persona que era de sobra conocido.

Y qué decir de sus colegas de Coalición por el Bierzo, que se lanzaron a agradecerle los buenos servicios prestados, sin mencionar a la compañera agredida, también perteneciente a dicho partido, ¿no tenía ninguna cualidad?. Estas también son actitudes machistas, las mujeres de Ponferrada si queremos que cambie la sociedad, tendremos que tenerlas en cuenta para próximas votaciones
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La causa principal de la violencia machista es el convencimiento de los hombres de su superioridad y primacía sobre la mujer.

La violencia machista funciona como un mecanismo de control social de la mujer y sirve para reproducir y mantener el status quo de la dominación masculina, esta violencia frente a la mujer se produce como patrones de conducta aprendidos y transmitidos de generación en generación.

Estas mismas normas sociales minimizan el daño producido a las mujeres y justifican las actuaciones violentas de los machistas, esto lo hemos visto muy claro en los casos más mediáticos en Ponferrada, este que nos ocupa ahora del concejal del Ayuntamiento Pedro Muñoz y lo vimos también en el caso del alcalde Ismael Álvarez, que aunque han pasado casi 20 años, la historia se repite.

La violencia contra las mujeres es estructural, no se debe a rasgos singulares y patológicos de una serie de individuos, sino que tiene rasgos estructurales de una forma cultural de definir las identidades y las relaciones entre los hombres y las mujeres.

La violencia contra las mujeres se produce en una sociedad que mantiene un sistema de relaciones de género que perpetúa la superioridad de los hombres sobre las mujeres y asigna diferentes atributos, roles y espacios en función del sexo.

Actualmente existe una menor tolerancia social hacia la violencia. Sin embargo, demasiadas mujeres todavía soportan un alto grado de violencia, tanto en sus relaciones de pareja como fuera de ellas.

Esto sucede en todas las clases sociales, religiones y niveles educativos. En definitiva, el factor principal de riesgo para la violencia contra las mujeres es, precisamente, el hecho de ser mujer.

La violencia contra las mujeres es además instrumental. El poder de los hombres y la subordinación de las mujeres, que es un rasgo básico del patriarcado, requiere de algún mecanismo de sometimiento.

En este sentido, la violencia contra las mujeres es el modo de afianzar ese dominio. Más que un fin en sí mismo, es un instrumento de dominación y control social, Los hombres maltratadores han aprendido a través del proceso de socialización que es diferente para mujeres y hombres- que la violencia es la mejor forma de conseguir el control y dominar a la mujer.

Se ha argumentado que el consumo de alcohol y otras drogas es la causa de las conductas violentas. Aunque el consumo de alcohol y otras sustancias se asocia con frecuencia a situaciones de violencia, también hay hombres que abusan del alcohol sin que por ello manifiesten un comportamiento violento y muchas agresiones contra las mujeres se ejercen en ausencia de alcohol.

Se ha argumentado también que ciertas características personales de las mujeres que padecen violencia de género podrían ser la causa del maltrato. Por ejemplo, algunas corrientes han recurrido a características de masoquismo o de patologías como la histeria o el trastorno de personalidad dependiente, para explicar por qué algunas mujeres permanecen o regresan a una relación de maltrato.

En la actualidad existe suficiente conocimiento documentado que demuestra que no existen características psíquicas diferentes antes del inicio del maltrato entre las mujeres que lo sufren y las que no, sino que los trastornos y problemas psicológicos de las mujeres que sufren maltrato son una consecuencia del maltrato y no la causa.
¿A quién afecta esta violencia? Afecta a todas las mujeres sin distinción, jóvenes, mayores, de distintos estatus sociales.

Es una violencia, vergonzante, consentida, muchas mujeres no se atreven a decir que la sufren porque supone un fracaso de proyecto de vida, una equivocación de elección de pareja. Una peregrinación si denuncia, no se las cree, tienen que demostrarlo, con pruebas (que al producirse a nivel privado resultan difíciles), quedan desprotegidas, en el mejor de los casos, la pulsera……. Pero no es solución.
En los casos de asesinatos, aun se oyen comentarios «pero si era muy buen chico y de buena familia» o « era muy buen padre». ¿Esto qué significa? Que estamos culpando a la víctima.

Esto no pasa con ninguna otra violencia, la violencia de ETA, la yihadista se le llama terrorismo. A esta, aún estamos en la discusión de si es doméstica, de género o machista.

Por lo tanto, es la única violencia que no produce rechazo en la sociedad.
También es tolerada por el Estado, se intenta ocultar, no se ponen medios adecuados para evitarla.

Tenemos que hacer llegar a toda la ciudadanía que la violencia contra las mujeres es UNA VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS.

Ante todo esto que ¿podemos hacer? Exigir cumplir las leyes sobre igualdad. Desarrollar el pacto de Estado con dotación económica, para concienciar a la población, que las mujeres tenemos los mismos derechos que los hombres, para tomar decisiones con libertad, sin que nadie nos señale. Romper el silencio.Cultivar la igualdad, creando espacios de igualdad. Hacernos presentes: en la historia, en los libros, en las decisiones políticas, cambiar los mensajes sexistas que se transmiten.

Inculcar en los colegios los valores de Igualdad. Tenemos que exigir a los partidos políticos, que elaboren leyes contra la violencia machista, sin ambigüedades, sin interpretaciones según quien las aplique y sobre todo, educación en las escuelas desde la infancia. Sin educación no hay cambios ni Igualdad entre mujeres y hombres.

Entre todas y todos, tenemos que erradicar y condenar con contundencia, la violencia hacia las mujeres.

Partidos políticos, menos hablar y más actuar. ¡Basta ya!, no queremos ser asesinadas, ni agredidas, ni violadas, … por el simple de haber nacido mujeres.
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