«La guerra civil fue el hecho más dramático de España»

Javier Rodríguez, director del curso, fue también el encargado de cerrarlo con la ponencia que aborda el tema central de esta edición: ‘Historia y memoria pública de la represión y el exilio bajo la dictadura franquista’

Fulgencio Fernández
30/07/2022
 Actualizado a 30/07/2022
Un momento de la última ponencia del curso de cistierna. | JAVIER REVILLA
Un momento de la última ponencia del curso de cistierna. | JAVIER REVILLA
El curso de verano de la ULE sobre ‘Historia y Memoria’ que se ha venido celebrando en Cistierna cerró ayer su edición de este año con una sola ponencia, impartida por el director del mismo, el profesor de Historia Contemporánea de la universidad de León, quien centró su charla en el tema central del encuentro: ‘Historia y memoria pública de la represión y el exilio durante la dictadura franquista’.

En el inicio de la ponencia el director del curso se mostró convencido de que «La Guerra Civil ha sido el hecho más dramático y traumático de la historia de España del siglo XX. La guerra marcará violenta y permanentemente tanto la memoria de sus protagonistas directos e indirectos como la de sus descendientes y la de todas las generaciones futuras», para analizar a continuación la situación social provocada por esta guerra. «Lo terrible de la situación de posguerra fue que mientras los vencedores pudieron dedicarse plenamente a superar sus pérdidas, los derrotados y represaliados fueron estigmatizados de por vida, condenados al olvido y al silencio. Así sucedió también con los cientos de miles de personas que tuvieron que exiliarse de España».

Repasó cómo el régimen franquista hizo un gran esfuerzo para desarrollar una política de la memoria que incluía la demonización de la Segunda República y el silencio sobre la represión y el exilio de posguerra. «Cuando se pusieron los fundamentos del régimen democrático actual hacía 40 años que en la opinión pública se iban recreando sin descanso los postulados franquistas sobre el origen de la Guerra Civil y las propias características del régimen. Durante la Transición el recuerdo de la guerra y la necesidad de consolidar un régimen democrático condicionó la posibilidad de desarrollar una política de la memoria que incluyera la represión franquista y el exilio español».

Reivindicó Rodríguez que los ciudadanos son los depositarios y herederos naturales de la historia, del recuerdo y la memoria. «El olvido es el impedimento de acceso al conocimiento y tiene por objetivo que sólo se acepte una versión del pasado, para destruir así la memoria diversa; por eso las dictaduras tienen en el olvido el recurso imperativo y necesario que consolida su cultura y su poder».

También analizó que en las últimas décadas se ha extendido en la sociedad española la necesidad de reflexionar sobre nuestro pasado inmediato, por recuperar las voces de la represión y del exilio porque todavía hoy la memoria pública difiere ampliamente de las conclusiones a las que nos conducen los estudios históricos y la memoria individual silenciada. «Recuperar la memoria de las personas que fueron represaliadas y de aquellas que fueron forzadas a exiliarse como base de la ciudadanía democrática es un deber del Estado, afirma la calidad de la democracia y es una inversión de futuro porque la identidad se construye en buena medida con el material de la memoria».
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