La gestión también es vital

Los recursos hídricos con los que cuenta la provincia leonesa son fundamentales para el futuro de las próximas generaciones. León cuenta con abundantes reservas de agua, su geografía está salpicada de ríos y arroyos y tiene uno de los regadíos más desarrollados de Europa. Todo esto sitúa al territorio leonés en un buen punto de partida ante los retos próximos, porque la existencia de los recursos tampoco es garantía contra la necesidad. Es decir, la preservación del bien natural más preciado es una tarea inaplazable y se debe vigilar para evitar un deterioro que lleva irremediablemente al empobrecimiento de un territorio. La mayor concienciación y la normativa han ayudado a visibilizar problemas que hace décadas tan solo se intuían. La sequía de 2017 evidenció la necesidad de una planificación con vistas más largas y la situación de algunas masas de agua con problemas de contaminación empuja a replantear algunos esquemas productivos. Además, no se debe perder de vista la sensibilidad de la sociedad leonesa hacia la gestión del agua, que siempre lleva a recordar lo mucho que dejaron atrás aquellos que vieron sus casas invadidas por las aguas. Se trata de un patrimonio colectivo y como tal deber revertir en beneficio de todos. Con todo ello, la buena gestión del agua es tan vital como la disponibilidad misma del recurso.