El concejal de Bienestar Social, Miguel Ángel Díez, explica que la demora se debe a los problemas burocráticos detectados tras el cambio de normativa autonómica. Una vez que la Junta de Castilla y León ya ha clarificado cómo se puede gestionar de forma externa este tipo de centros, el Ayuntamiento ha iniciado los trámites para que pueda entrar en funcionamiento.
De hecho, el pasado mes de mayo se hizo una jornada de puertas abiertas para detectar posibles usuarios del centro y se envió cartas a los que encajaban en el perfil de beneficiario de esta infraestructura. «Al principio no respondió mucha gente, pero ahora ya hay 17 interesados», apunta el edil responsable de esta materia, que confirma que con esas cifras ya puede funcionar.
La idea es que el centro esté abierto todos los días laborables de 10 a 18 horas y ofrezca una serie de servicios para un máximo de 30 usuarios, que podrían beneficiarse también de un horario de madrugadores si hay un número mínimo de cinco personas. Otro de los objetivos es que cada beneficiario no pague más de 600 euros por la unidad de estancia diurna al mes, mientras que la de atención social podría tener un coste de 110 euros. Eso sí, el edil recuerda que si se logran las ayudas marcadas dentro de la Ley de Dependencia, sería factible que se llegara a esta cifra y, por tanto, no se tendría que abonar toda esta cantidad directamente. A esto se añade que el Ayuntamiento podría plantearse la convocatoria de subvenciones para los que se inscribieran.
Otra de las ideas previas es que este centro cuente con un equipo multidisciplinar con al menos cuatro cuidadores así como personal sanitario, tanto de enfermería como de fisioterapia.
Dos servicios en el centro
El centro de día tiene previsto ofrecer dos tipo de servicios. Por un lado, la unidad de estancia diurna estará dirigida a las personas mayores dependientes, por lo que recibirán una atención integral para satisfacer sus necesidades básicas y el cuidado de carácter terapéutico, rehabilitador o psicosocial, con el objetivo de mejorar o mantener el nivel de autonomía personal de su entorno social.
Por otro lado, está la unidad de atención social, dirigida a personas mayores no dependientes, a las que se les ofrecerán actuaciones de tipo preventivo para potenciar el envejecimiento saludable con formación, participación, convivencia e interrelación social para trabajar las áreas físicas, cognitivas, sociales y de personalidad, pero también peluquería, podología y fisioterapia.
Entre los programas que se ofrecen para los usuarios de la unidad de estancia diurna se encuentran los de atención sanitaria básica, psicológica, social y terapéutica, así como los servicios de alimentación y nutrición con desayuno, comidas y meriendas, aseo y cuidado personal, atención a las familias, transporte adaptado y estancias temporales e incluso por horas. Entre los requisitos para inscribirse destaca que deben ser mayores de 65 años y no padecer enfermedades contagiosas.