Un movimiento del Ejecutivo central que no afectará por igual a las gasolineras de todo el territorio nacional. Quienes más lo notarán serán aquellas que no tienen implantado el tramo autonómico que grava la gasolina y el gasóleo o que lo tienen en sus baremos más bajos. Y entre ésas se encuentra Castilla y León, que verá cómo las campanadas del próximo 31 de diciembre marcarán algo más que el cambio de año. A la vez que el calendario pasa de hoja, los surtidores incrementarán el precio del litro de carburante en 4,8 céntimos, la misma cuantía que cuando se aplicó en la comunidad el tope máximo del conocido como «céntimo sanitario» –entre marzo de 2012 y 2015, cuando se redujo a 1,6 céntimos de euros, para quedar totalmente suprimido al estrenar 2016–.
«Donde no hay ese tramo autonómico es verdad que va a suponer una subida del precio del carburante de 4,8 céntimos el litro», ha reconocido la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, quien ha recordado que cuando se estableció en Castilla y León, acuciados por la caída de ingresos durante los años duros de la crisis, lo que «queríamos» que el precio fuera igual «en toda España, porque por el principio de unidad de mercado no tiene mucho sentido que una comunidad tenga un impuesto y otra, no». En este sentido, la responsable de las arcas autonómicas incidió en la defensa de la «armonización fiscal» que con esta decisión del Gobierno de la Nación, en principio, se logrará sobre uno de los tributos: el impuesto sobre hidrocarburos. Por ese motivo, de ver igualados los tipos en el conjunto del país, Del Olmo ha reconocido que considera «positiva» la medida.
De las más afectadas
Pero, cierto es que, a la vez, «van a subir los carburantes en las comunidades que no tenemos ese tramo autonómico». Y Castilla y León estará entre las que más lo notarán, pues es de las cinco que no aplican el tramo regional del impuesto sobre hidrocarburos, junto con las vecinas de Cantabria, País Vasco y La Rioja, además de Navarra. También lo notarán en otras cuatro que por ahora no aplican el tope máximo de esos 4,8 céntimos: Madrid (1,7), Aragón (2,4), Extremadura (3,84) y Asturias (4). En las otras siete (Canarias tiene otro régimen) no supondrá subida, pues ya aplican el máximo de 4,8 céntimos de euro por litro de gasolina o gasóleo.
También el platillo positivo de la balanza que «va a suponer más ingresos» para las arcas de la Comunidad, destacó Del Olmo, pues, según la información facilitada por el Ministerio de Hacienda, el dinero que se recaude por esta vía irá a parar a las autonomías. «Por lo tanto, servirá para mejorar los servicios», apuntó la consejera, quien no ha entrado a valorar que el departamento que dirige Cristóbal Montoro haya decidido esa armonización fiscal recurriendo el tipo máximo permitido hasta ahora a las comunidades para el tramo autonómico del impuesto sobre hidrocarburos. Aunque sí ha recordado que, a la vez que los Presupuestos Generales del Estado para este ejercicio incluyen esta subida de la presión fiscal de forma indirecta, también «hay impuestos que bajan», como el de la Renta, a través de deducciones.
Del Olmo se ha quedado con lo «positivo» de esta medida no sólo en cuanto al paso dado hacia la armonización fiscal, sino a que «va a suponer más ingresos» para las arcas de la Comunidad Autónoma. En los años en los que estuvo en vigor el conocido como «céntimo sanitario» con el tope máximo –aunque incluya devoluciones para los profesionales del transporte– la recaudación osciló entre los 80 y 100 millones de euros, ha recordado Del Olmo.
Además, la consejera ha valorado que «no es que nos perjudique» esta igualación del precio, sino que ahora las gasolinerasvan a estar «en condiciones de competitividad igual», como «ocurría antes de la tarifa autonómica del impuesto sobre hidrocarburos». «Nosotros tenemos un territorio muy amplio y estoy segura de que van a seguir repostando en nuestra comunidad las flotas de camiones», ha apuntado.
El 55%, impuestos
En este momento, en sobre el precio de los carburantes pesan diferentes impuestos hasta fijar el precio final, del que 55% son gravámenes. El tipo general estatal supone 40,07 céntimos en la gasolina de 95 octanos y 30,7 en el gasóleo; a lo que hay que sumar el tipo estatal especial de 2,4 céntimos para ambos carburantes y el autonómico, que puede subir hasta los 4,8 céntimos en el caso máximo y es el que se va a suprimir y cambiar por el nuevo tributo. Y hay que añadir el IVA del 21%.
De cara a este año, el Estado contempla un aumento en la recaudación del impuesto sobre hidrocarburos de 689 millones de euros, hasta los 11.570 millones, según el texto del proyecto de Presupuestos Generales. Del total, las comunidades tienen cedidos el 58% de los ingresos. En sus Cuentas para este ejercicio, la Junta de Castilla y León calculó que recibiría por esta vía 606,5 millones de euros, un 8 por ciento más que en 2017, el grueso de lo que entra en caja a través de los impuestos especiales (estimados en 962,8 millones), en los que también se incluye los del tabaco.