La ‘Garganta Divina’ se cobra la vida de cuatro personas desde el pasado 2018

La ruta del Cares, la más popular de las rutas del Parque Nacional de Picos de Europa, encierra también un siniestro balance de accidentes y rescates

Estefanía Niño
20/10/2019
 Actualizado a 20/10/2019
En la fotografía , imagen de archivo de la ruta del Cares, el itinerario más visitado en el Parque Nacional de los Picos de Europa. | ICAL
En la fotografía , imagen de archivo de la ruta del Cares, el itinerario más visitado en el Parque Nacional de los Picos de Europa. | ICAL
La ruta del Cares, conocida popularmente como la ‘Garganta Divina’, es el sendero más conocido del Parque Nacional de los Picos de Europa. En su recorrido pasa por las poblaciones de Posada de Valdeón, Cordiñanes, y Caín, en la provincia de León, y Poncebos en el Principado de Asturias, abriéndose paso entre espectaculares macizos montañosos a los que debe su sobrenombre. Una ruta de 21 kilómetros e importantes desniveles que cada año atrae a miles de personas, sobre todo en los meses de verano.

Estas cifras tienen, sin embargo, una cara más trágica, la de fallecidos y heridos en el desarrollo de la ruta. Según los datos facilitados por el Grupo de Rescate e Intervención de Montaña (Greim) de la Guardia Civil, a través de la Subdelegación del Gobierno, en la provincia de León en los dos últimos años se han registrado dos heridos y un fallecido en 2018 en la vertiente leonesa. Si analizamos estos datos en las dos vertientes, leonesa y asturiana de forma global, el balance de fallecidos desde 2018 hasta ahora en la ruta del Cares es de cuatro personas. En lo que se refiere a rescates, en estos casi dos últimos años se han efectuado varios, destacando solo como algunos ejemplos que en agosto de este año un varón de 23 años que resultó ileso, tras sufrir una caída en el Canal de Sabugo (Cabrales) y fue rescatado tras una complicada operación de grúa. Del mismo modo, en la vertiente leonesa se rescataba a dos personas en agosto de 2018, enriscadas en la zona derecha dirección Poncebos, en el entorno del puente Bolín. En septiembre de 2018 el Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (Sepa), a bordo del helicóptero medicalizado del organismo autónomo, rescataba a una mujer de 55 años que resultó herida en una pierna, bajando de Poncebos, en la zona de Los Collaínos (Cabrales).

Los fallecidos en estos casi dos años se han registrado en cuatro accidentes, tres en la vertiente asturiana y uno en la leonesa Los fallecidos en estos casi dos años se han registrado en cuatro accidentes, tres en la vertiente asturiana y uno en la leonesa. En junio de 2018, una montañera vasca perdía la vida tras sufrir una caída, mientras hacía la Ruta del Cares en Cabrales (Asturias). El cuerpo sin vida fue rescatado por el Grupo de Rescate de Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Un mes después, en agosto de 2018, se registraba la muerte de un varón ruso de 63 años que fallecía tras sufrir un desmayo mientras hacía la Ruta del Cares en Cabrales. En septiembre de ese mismo año perdía la vida un senderista cordobés de 46 años, que sufrió una caída de unos 50 metros, cuando realizaba la Ruta del Cares, a unos 100 metros del puente de Los Rebecos, en León. La última muerte en esta ruta se registraba hace poco más de una semana, cuando una mujer, de aproximadamente unos 60 años de edad, fallecía tras precipitarse unos 100 metros cuando realizaba la ruta del Cares, en Cabrales.

Cuatro fallecidos desde 2018 hasta ahora, aunque el número de siniestros en los últimos años es mayor. La hemeroteca deja otros datos, siguiendo el registro de diversas noticias de accidentes mortales en este itinerario, que elevan a nueve las personas que han fallecido en los últimos 17 años.


Precauciones


La ruta del Cares se desarrolla dentro del Parque Nacional de Picos de Europa. Por ello, desde el Parque Nacional se advierte, en la página web, de la necesidad de tomar precauciones a la hora de hacerla. Así, se indica literalmente que "el trayecto entre Caín y Poncebos discurre junto a un precipicio sin protección lateral. Peligro de caída de piedras por efectos naturales o de los animales que pastan sobre la senda. Se debe llevar provisión suficiente de agua, pues no hay agua potable disponible a lo largo del recorrido. Lleve siempre botas de montaña". La información que se aporta sobre el itinerario hace referencia a un desnivel de 899 metros de descenso y 160 metros de ascenso, calificando el recorrido de dificultad media, aunque apostillando que es un "trazado sencillo aunque ruta larga, especialmente para senderistas poco preparados". Unas recomendaciones que no evitan percances en esta senda, cada vez más demandada, sobre todo en los meses estivales.
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