"La ganadería y la minería se han venido abajo, pero vamos a ir saliendo adelante"

Entrevista a Antonio Miguel Díaz Carro, secretario general de la Cámara de Comercio de León

Alfonso Martínez
18/12/2018
 Actualizado a 18/09/2019
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Llegó a la Cámara de Comercio de León hace casi 39 años, se jubila y mañana recibirá el homenaje de la sociedad leonesa y de la institución durante su cóctel navideño. Antonio Miguel Díaz Carro hace balance en esta entrevista y analiza el cambio que ha experimentado la provincia durante este periodo.

– Fin de trayecto después de casi 39 años como secretario general de la Cámara de Comercio. ¿Qué balance hace?
– Es difícil. Son muchos años en los que la situación no ha sido uniforme. Hemos pasado por situaciones difíciles y también buenas. Personalmente, el balance es positivo. Ahora, si mi presencia en la Cámara de Comercio ha sido positiva o negativa, lo tienen que valorar los demás.

– ¿Cómo fueron sus inicios?
– Vine aquí en el año 80. Era presidente Emiliano Alonso Sánchez Lombas, que llevaba poco tiempo y venía de ser presidente de la Diputación. La Cámara de Comercio no estaba muy bien dotada económicamente. El primer presupuesto que tramité era de 20 millones de las antiguas pesetas. Teníamos seis empleados y hacíamos lo que podíamos. Sin embargo, a partir de ese momento, la industria leonesa fue resurgiendo y las cuotas se incrementaron de forma natural. Salimos al exterior, se crearon los servicios de formación, de comercio exterior… La Cámara de Comercio empezó a ser algo importante en la sociedad leonesa. Luego llegaron Panero, Manuel Lamelas y Javier Vega. Fue con Lamelas cuando la Cámara de Comercio llegó a su mayor desarrollo. Con ayuda de la Junta se logró esta sede y además la delegación de Ponferrada pasó a estar en una casa solariega. En esa época la Cámara de Comercio tuvo mucha importancia en la sociedad y la economía leonesa.

– En 2010 volvió a haber problemas…
– Hace ocho años, con Zapatero como presidente, se anulan de repente las cuotas empresariales, que eran nuestra principal fuente de financiación. Tuvimos que empezar a sobrevivir con nuestros propios medios. Ello llevó a una etapa de austeridad y lamentablemente hubo que suprimir personal. Teníamos 24 trabajadores y pasamos a 12. Ha sido una etapa dura y no somos capaces todavía de financiarnos. Estamos tirando de nuestros ahorros. Se acaba de aprobar la Ley de Cámaras de Comercio de Castilla y León, que parece que garantiza una financiación estable para estas entidades. Eso nos permitirá desarrollarnos más y ampliar nuestra colaboración con las empresas.

– ¿Qué es lo que más le satisface de la labor que ha hecho la Cámara de Comercio durante estos casi 39 años?
– La Cámara de Comercio funciona como un grupo y nuestra mayor satisfacción a mi juicio ha sido trabajar para conseguir el aeropuerto. Nos involucramos mucho y trabajamos en pro de esta infraestructura. También fue importante recibir a la Asociación Iberoamericana de Cámaras de Comercio, que celebró en León varias sesiones. Además, los servicios más importantes han sido comercio exterior y formación. También seguimos desarrollando la ventanilla única, que ha permitido tramitar la creación de un montón de empresas.

– ¿Cómo ha cambiado la provincia en todo este periodo?
– Ha cambiado fundamentalmente en dos cuestiones importantísimas. Una, la ganadería. La provincia era muy ganadera, de las más importantes de España en este sector, que se ha venido abajo. Los asturianos la han sabido defender mejor que nosotros. Y el otro punto ha sido la minería del carbón. Soy berciano, trabajé en las cuencas mineras como abogado durante muchos años. Estuve muy implicado en el sector. Y eso fue tremendo para la provincia de León. Hay que pensar que hemos tenido hasta hace pocos años más de 12.000 mineros repartidos por la provincia y con unos niveles salariales más altos que los del resto de la industria. Todo aquello se ha esfumado. Villablino, Fabero, Ponferrada, Bembibre, Toreno, Cistierna, Sabero… Han experimentado una caída impresionante. Y hoy es muy difícil superar eso. Hay que pensar que la MSP tenía más de 5.000 trabajadores. La Hullera más de 1.200. Claro, son unos número que hoy en día, salvo la industria del automóvil, quizá no haya nadie que los alcance. Se hablaba en el Bierzo de las pequeñas empresas mineras y nos referíamos despectivamente a ellas como chamizos. Bueno, pues el chamizo tenía 80 trabajadores. A ver cuántas empresas tienen hoy 80 trabajadores. También teníamos cosas importantes como la séptima zona de la Renfe y los talleres, que ahora están bajo mínimos. Tuvimos la Standard Eléctrica, que era otra gran empresa de telecomunicaciones. Desapareció. Además, Antibióticos tenía más de mil trabajadores cuando ahora no llega a 300. León se nos ha quedado en una ciudad de peregrinos y de comerciantes, porque la industria es muy pobre.

– Sí hay sectores que tiran, pero con empresas que tienen niveles de empleo muy inferiores a los que se refería usted antes…
– Tiran el sector farmacéutico, el tecnológico… Y poco más. Hoy en día creo que la mayor empresa de León es el Ayuntamiento. Eso no es bueno para una ciudad.

– ¿Qué se puede hacer?
– Dice el viejo refrán que siempre que llovió, escampó. Hemos caído, pero a partir de ahora vamos a ir saliendo adelante poco a poco. El Corredor Atlántico es vital. Ahora nos perjudica que Europa se guía por el eje hacia Valladolid y Lisboa. Estamos desarrollando el eje del noroeste para que esta zona no quede aislada. Es importante. Si no quedamos aislados y nos unimos a Europa, todo tiene que pasar por León. Tenemos una ubicación estratégica. Eso, tarde o temprano, debe salir adelante.

– Hay grandes empresas que han visto esa ubicación estratégica, pero no sé si ha ocurrido lo mismo hasta ahora en el caso de las administraciones…
– Es frecuente echar la culpa a la administración. La culpa la tenemos nosotros mismos. Históricamente, León es ciudad de reyes. Y en León se ha pensado siempre que todo lo tenía que hacer el rey. Olvidamos que las cosas tiene que hacerlas el de abajo. Si Inditex o Mercadona llegan aquí, no es porque la administración las traiga, es porque les interesa como empresas por nuestra ubicación estratégica.

– Pero usted mismo decía que se ha apostado más por el eje de Valladolid…
– Ahí surge el viejo debate, sobre si León solo o con Castilla. Todo es especulativo. Hice un estudio cuando surgió el tema de las autonomías. León era semejante a Navarra en aquellos momentos. Sin embargo, ellos han tirado para arriba y nosotros hemos caído. ¿Se puede decir que esto se debe a que Navarra fue una autonomía y León no lo fue? Pues posiblemente, pero también hay que decir que Navarra tenía un fuero histórico y quizá son más industriales que nosotros. En León somos más comerciantes. Las autoridades pueden poner un buen campo de fútbol, que la hierba esté arreglada y las líneas bien marcadas, pero luego el partido lo tienen que jugar los futbolistas con apoyo del entrenador. Quien crea empleo son las empresas, no el Gobierno. Hay que mimar, patrocinar y favorecer la instalación de empresas. No puede ser que por pegas burocráticas una empresa no se pueda instalar en nuestra provincia. La administración no va a crear la empresa, pero sí tiene que facilitar los medios. Nosotros lo hemos visto con la ventanilla única. En Inglaterra crear una empresa es facilísimo. Desde un ordenador se puede hacer. Aquí es costosísimo, no ya en dinero, que también, sino en trámites, en burocracia... El célebre ‘vuelva usted mañana’ de Larra.
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