La fundición que creaba futbolistas

El gran mito, César, era hermano de dos futbolistas, Calo y Severino; un sobrino del mismo nombre jugó muchos años en Primera y otra sobrina emparentó con otra saga, los Villafañe

Fulgencio Fernández
31/10/2018
 Actualizado a 19/09/2019
webfotoequipo31012018.jpg
webfotoequipo31012018.jpg
«Conocía todos los campos de fútbol de las ciudades y ninguna Catedral». Lo dice Cheli Blanco Rodríguez y mirando para su historia familiar se entiende: «Mi padre fue presidente de la Cultural; mi tío más conocido fue César, pero también fueron futbolistas y buenos sus hermanos Calo y Severino; mi hermano, César, portero, jugó muchos años en Primera División; mi primo Alberto; y para cerrar el círculo una hermana mía se casó con otro histórico, Paco Villafañe... en fin, no sigo, pero ya entenderás que en mi casa se hablara casi solo de fútbol».

- ¿Y su madre?
- Odia el fútbol, también es fácil de entender.

Su madre es María Luisa Rodríguez, la única mujer de los cuatro hermanos, los otros tres fueron futbolistas.

Uno fue César, el gran mito del barcelonismo, una especie de Di Stefano culé. Otro Calo, que malo no debía ser pues también jugó seis temporadas en el Barcelona. Y el tercero Severino, que jugó en la Cultural, un excelente central y medio, de una potencia descomunal.

Su gran pasión era venir a León, estar con la familia, salir a comer al campo y jugar un partido después- Y en las conversaciones en familia, ¿quién era el mejor de los tres?
- Te va a sorprender lo que te voy a decir, pero para ellos el mejor era Severino, que tenía una planta impresionante, incluso de mayor. Todos coincidían en decirlo...
- ¿Y porqué no se fue con ellos?

- Porque era más de León que Guzmán;si quitan la estatua de Guzmán y le ponen a él no pasa nada porque para Severino todo era León y León;ni se le pasó por la cabeza irse. Y eran otros tiempos, además que alguien tenía que hacerse cargo de la fundición de la familia, que era un buen negocio, más seguro que el fútbol entonces.

Yes que los tres hermanos también eran muy conocidos en León por el negocio familiar, la fundición que había en la carretera de Asturias y, dice Cheli Blanco, «no podían andar los tres de gira por España».

Y así fue como uno de ellos, César, se convirtió en el gran mito del barcelonismo. Con goles, con títulos, siendo Pichichi... «Allí es Dios. Por Barcelona le tenían que poner guardaespaldas, en la época aquella del secuestro de Di Stefano».

Y fue durante más de 60 años el máximo goleador de la historia del club, hasta hace cuatro días, cuando apareció esa leyenda que ha roto todos los récords, Leo Messi.

En la familia decían que el mejor de los 3 era Severino, pero no lo sacabas de León ni con agua hirviendo - El busto en bronce de César es una de las paradas obligatorias en el museo del Nou Camp, está enterrado en el cementerio de Les Corts, enfrente del estadio, y en su entierro iban pujando el féretro Ladislao Kubala y Johan Cruyff, entre otros, por dar algunos detalles de quien fue mi tío en la historia del Barça; explica su sobrina Cheli Blanco.

Y no olvidemos que el gran Serrat llevó su nombre a su famosa canción: «Hijos de Una, Grande y Libre.../ Metro Goldwyn Mayer... / Lo toma o lo deja... / Gomas y lavajes... / Quintero, León y Quiroga... / Mazapanes y sabañones... / Basora, César, Kubala, Moreno y Manchón».

En fin, insistir en quién fue César en el fútbol, en el Barça, en sus logros es innecesario, se conocen y admiran. De ahí que mejor queramos mirar al leonés, al paisano, al que seguramente no hemos pues en el lugar que se ganó ‘El Divino Calvo’.

- ¿Y en León?
Hace un silencio su sobrina. Justifica casi en voz baja, «ya se sabe cómo somos aquí y, diría más, hasta cómo somos en su familia. Muchas veces comentamos que en el wikipedia su fecha de nacimiento viene mal pero no la hemos cambiado. Y quienes la copian repiten el error. Nació el día de San Pedro, fiesta en León y Puente Castro, el 29 de junio, por más que digan que en julio».(la citada wikipedia dice que nació el 6 de julio de 1920).

Y si en Barcelona es Dios en Elche, a cuyo equipo ascendió de Tercera a Primera siendo jugador y entrenador a la vez... «dices que eres de León y todos los taxistas te hablan de César».

- ¿Y en León?
Otro silencio. «León nunca dejó de ser su pasión. En vacaciones siempre regresaba, pero a casa, no quería hoteles ni nada. A casa. Era muy familiar, lo que más le gustaba eran las tertulias en familia y salir al campo todos juntos, a comer en el monte y después jugar un partido, los mayores, los chavales... había mucho nivel.

En Barcelona es Dios. En su funeral llevaban el féretro Ladislao Kubala y Johan Cruiff, entre otrosY tanto. Seguramente estamos hablando de la familia con más profesionales del fútbol en sus filas. «No le gustaba salir. Un vino con los amigos, Rabadán y todos aquellos, en el Chivani y el Miche y para casa. Cuando salía con Calo decía: ‘Me saca Calo a pasearme».
Nunca se desvinculó César del Barça, después era ojeador y «él fue quien trajo a Maradona».

- ¿Es cierto que muchos leoneses son del Barça por tu tío?
- No lo dudes. Y te digo porqué. Además de jugar allí, cuando el Barça pasaba por León se quedaba en nuestra casa, que era enorme, y salían con mi tío por León, la gente los veía... Fue una fiebre.

César vivía el fútbol y recuerda Cheli que «cuando venía a pasar un fin de semana me llevaba por todos los campos de la ciudad a ver partidos de chavales».

Y a este mito discreto y familiar, el que le tiró un penalty a las manos del portero del Murcia porque no había sido penalty, el que iba a buscar a su sobrina a las Carmelitas y no iba a clase en tres días... sí había algo que le apasionaba, «las truchas escabechadas con jamón».

Ni una ‘mísera’ calle de León se llama César Rodríguez


Es difícil imaginar, viendo lo que el fútbol significa en este país, que exista nadie que haya llevado el nombre de León a más esquinas del mundo que El Divino Calvo, César Rodríguez,uno de los dioses del barcelonismo, el primero seguramente hasta la llegada de Messi, a la altura de Kubala o Maradona, a quien, por cierto, trajo el leonés cuando era ojeador del equipo culé.

Presumió además, siempre, de ser leonés, tierra a la que regresaba nada más que tenía unos días libre. No había otras vacaciones para él que no fueran regresar a León, estar con la familia, salir al campo, comer truchas escabechadas y jugar con los chavales de la casa un partido de fútbol. Que había mucho nivel.

En las viejas grabaciones del No-Do cada vez que aparece César en las imágenes en blanco y negro, que no son pocas, su nombre lleva aparejado siempre el mismo apellido «El leonés, con un certero remate...».

Y, sin embargo, recorres las calles de la ciudad, con más de mil nombres ilustres y ninguna de ellas lleva el nombre de César. Y eso que hay muchas nuevas en Eras, allí al lado de la carretera de Asturias donde su padre tuvo la recordada fundición familiar.

Hablando de familia, también podría ser la Calle de los futbolistas César, Calo y Severino. En fin, algo.
Lo más leído