La Fundación Isadora Duncan alerta de la creación de una nueva "burbuja hipotecaria"

La presidenta de la Fundación de Familias Monoparentales Isadora Duncan, María García, ha alertado de la creación de una nueva "burbuja hipotecaria" ante el desprecio por la "cultura del alquiler". García se ha referido a la situación del mercado inmobiliario y al riesgo en el endeudamiento de las familias en el acto de clausura de las III Jornadas de Educación Financiera Familiar y Pobreza Energética que durante el miércoles y el jueves ha organizado en el Musac la fundación. García ha puesto de manifiesto que una de las herramientas fundamentales para combatir esta burbuja y para los problemas monetarios de las familias pasa por mejorar la educación financiera a todos los niveles. La presidenta de Isadora Duncan ha clausurado las jornadas acompañada por Jessica Martínez, de la Subdelegación del Gobierno, y Aurora Baza, concejala de Familia y Servicios Sociales.

Previamente, en la jornada del miércoles se abordaron cuestiones relativas a las redes sociales y la economía familiar y a la ley de segunda oportunidad, con especial atención a la cultura financiera como herramienta para mejorar la vida en los hogares.

En la jornada del jueves, se ha abordado la situación del acceso a los suministros básicos de agua, electricidad y energía para calefactar los hogares. El asesor del Defensor del Pueblo, José Núñez, y la asesora jefe del Gabinete del Procurador del Común, Alicia Carpintero, han apuntado la necesidad de reforzar el sistema de quejas de los usuarios y de la población en general y la puesta en valor de su trabajo para reforzar sus recomendaciones ante las instituciones.

La última mesa de esta edición ha versado sobre ‘Los límites del Bono Social’, con la participación deAna Sanz, arquitecta de la UPM, Carmen Sánchez, doctora arquitecta de la UPM, Luis Jiménez, coordinador de proyectos de la Asociación de Ciencias Ambientales (ACA), Daniel Álvarez, de Isadora Duncan y David Mirantes, redactor de este periódico. En la mesa se ha puesto de manifiesto la "baja cobertura" del Bono Social eléctrico para quienes padecen situaciones de pobreza energética. Esta tesis se basa, según explicaron los ponentes, en la diversidad de circunstancias tanto financieras (rentas, tamaño de las familias, gastos del hogar...) como ambientales (infraviviendas, región climática, combustible accesible...) que hacen que los descuentos en la factura del suministro eléctrico no sea suficiente para garantizar el bienestar de una vivienda. Han apuntado que esta política puede funcionar como transición hacia un modelo energético y de vivienda en el que no sea necesario. El fin que se ha propuesto es la mejora integral de las edificaciones para limitar los consumos y aumentar el confort. El camino hasta esa situación, han asegurado, es largo, pero no intransitable.

Las jornadas han contado con el apoyo de la Junta de Castilla y León y del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad.