La freza de la trucha, un espectáculo tan bello como natural

Los peces que lograron superar la sequía de verano y la persecución de sus depredadores luchan por llegar a las cabeceras de los ríos para desovar

Rodrigo Prado Núñez
05/02/2021
 Actualizado a 05/02/2021
Una imagen de las truchas frezando en el río Yuso. | R.P.N.
Una imagen de las truchas frezando en el río Yuso. | R.P.N.
Las intensas nevadas caídas en todas las montañas de León refuerzan el caudal de los ríos naturales y las reservas de los embalses se recuperan para asegurar el consumo anual del liquido elemento.

A un buen otoño le siguió un inicio de invierno placido, pero nada más comenzar el año cayeron grandes nevadas y un frío intenso se instalo en todo el territorio. Lo ideal, para la pesca y los peces, es que la nieve caída durante el invierno se mantenga en la montaña para ir deshaciéndose paulatinamente en primavera. Los peces están acostumbrados a los compases que la naturaleza les marca, pero siempre que el río conserve su morfología e hidrología. Para la práctica de la pesca es una suerte contar con estas reservas de agua que nos aseguran acuíferos rebosantes y caudales generosos para toda la temporada.

Hacia finales del mes de noviembre o diciembre las truchas llegan a sus puntos de freza. Con el otoño y aprovechando las primeras subidas de caudal llega el momento del remonte, las truchas luchan por llegar a las cabeceras de los ríos para desovar, porque llegado el invierno es la época de la freza para perpetuar la especie. El instinto de procrear se pone en movimiento para las truchas que han superado la sequía del verano y la persecución de toda clase de depredadores. Las trampas en forma de muros de las hidroeléctricas les impedirán en muchos casos el remonte teniendo que frezar a veces en lugares poco idóneos.

Son muchos los ríos de nuestra provincia que nos han ofreciendo grandes concentraciones de truchas para desovar y las frezas han sido numerosas como hemos podido comprobar en ríos como el Yuso, Duerna, Omaña, Luna, Valcarce y Curueño, ahora solo cabe esperar que este prodigioso acontecimiento finalice con éxito y nuestros ríos sigan mejorando. Esta época de freza es un excelente medidor del estado de salud de los ríos.

Pero el deshielo de la nieve acumulada y la copiosa lluvia han creado grandes avenidas de agua que ponen en peligro las frezas en marcha. Los ríos de la montaña central bajan con muchísimo caudal, muy tomados, arrastrando los sedimentos acumulados en sus riberas y la vegetación suelta. Si se producen grandes riadas, por lluvia y deshielo, los nidos se podrían destruir con la consiguiente pérdida del anual alevinaje. Un fregón no es más que cascajo suelto y si un río mueve peñascos de toneladas de peso, un poco de grava la arrastrará fácilmente y se perderá aguas abajo.

Numerosas han sido este año las frezas en los ríos Yuso, Duerna, Omaña, Luna, Valcarce y Curueño Esta situación lógicamente no es buena, pero no acabará con las truchas, llevan soportando esto desde siempre y ahí están, nunca se pierde todo ni en todos los ríos, forman parte de la naturaleza que evoluciona por ciclos.

La trucha en el frezadero busca para su puesta oxigenación y ocultación. Los huevos necesitan un constante flujo de agua limpia y fresca. Aguas someras, suelo de arena, graba, pequeñas piedras y una zona soleada. Aguas de poca profundidad ricas en oxígeno y de no mucha velocidad, el nido está concebido para protegerse básicamente de depredadores y siempre buscan una zona soleada para que la incubación llegue a buen puerto. Los frezaderos suelen estar en zonas de fácil arrastramiento por aumentos repentinos del caudal, pero esto y los cambios bruscos de temperatura son riesgos que tienen que correr. Son también tiempos en que las truchas descuidan su instinto de supervivencia y están expuestas a los ataques de sus principales depredadores; los furtivos y los cormoranes.

Cada hembra pondrá entre 2.000 y 3.000 huevas, de las que solo prosperaran entre un 5 y 10% y posiblemente solo la mitad llegará a ser una trucha adulta. Selección natural. Tras algo más de dos meses, 410º día (los grados días se establecen por la suma media diaria de la temperatura del agua) nacen los alevines que se refugiarán en zonas tranquilas y de poca corriente. Se alimentarán del saco vitelino durante quince o veinte días y a partir de ahí lo harán por si solos presentando ya las características especiales de los salmónidos.

Cambiar permisos de cotos


Los permisos de los cotos ya pagados podrán ser cambiados en función de las circunstancias personales del pescador. Se pedirá que el permiso se anule con una antelación mínima de 7 días, con la finalidad de que otros pescadores puedan optar a los permisos anulados, que pasarán a formar parte de la categoría de sobrantes. El pescador lo podrá cancelar por sí mismo a través de la aplicación informática cotos de pescao a través del Servicio 012. El dinero se acumulará en forma de bono, que el pescador podrá utilizar en cualquier momento para el pago de nuevos permisos en los cotos de pesca.

Existe un largo plazo para hacer uso del mismo puesto que el bono podrá utilizarse durante toda la temporada 2022. De no utilizarse, se perdería sin posibilidad de solicitar la devolución. Aunque el importe del bono no podrá transferirse a ningún pescador/empresa o guía turístico, el titular del bono podrá hacer uso de él incluyendo a otros pescadores que le acompañen o formen parte de su solicitud.
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