"La figura de Egeria enmarcaba muy bien la idea del proyecto"

‘Voces que caminan’ recala en la sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, donde esta muestra temporal, abierta y mutante podrá ser visitada hasta el 10 de abril

Vicente García
19/01/2022
 Actualizado a 19/01/2022
Aspecto de la exposición ‘Voces que caminan’ el día de su apertura al público en la sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia. | VICENTE GARCÍA
Aspecto de la exposición ‘Voces que caminan’ el día de su apertura al público en la sede de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia. | VICENTE GARCÍA
Los comisarios de la exposición Leyre Goikoetxea Martínez y Gabriel Villota Toyos Lavis Gaz, con la ayuda de Carme Nogueira, y como especialista del tema sonoro Luis Martínez fueron los encargados de llevar el debate en la inauguración el pasado domingo de la exposición temporal ‘Voces que caminan’ en la Fundación Cerezales Antonino y Cinia, actuando como presentador del acto Alfredo Puente.

Durante la inauguración se presentó el proyecto en una distendida conversación por parte de todos los integrantes del equipo en buena armonía con el público asistente. Alfredo Puente inició la presentación representando a la Fundación y explicando las actividades previas relacionadas con el tema y su integración en el medio rural. Comentó además que  ‘Voces que caminan’ es una exposición en movimiento, que atraviesa el espacio y viaja en el tiempo: partiendo de la Hispania romana del final del Imperio con Egeria, para llegar  al presente; de los hielos antárticos a los desiertos australianos, pasando por páramos y bosques ibéricos; de la literatura de viajes a la vídeo-instalación y el paseo sonoro, recorriendo episodios históricos, legendarios,  mitológicos y artísticos. En el camino, las tribus nómadas que lo protagonizan se van deteniendo en algunos lugares cercanos, establecidos en el campamento nómada situado en el interior de la sala de exposiciones de la Fundación Cerezales Antonino y Cinia en una suerte de camino de iniciación. Puente finalizó su presentación diciendo: «Conviene que seáis conscientes de que la exposición que hoy se presenta es un punto de partida en cuanto a lo que significa este proyecto, pero que va a ser complementado durante las próximas semanas y  los meses que durará la exposición con todo un programa de acciones, performances, salidas de campo, talleres, conferencias, que van a hacer que esta médula espinal que ahora se contempla vaya cobrando vida y vaya teniendo una forma sólida, consistente y definitiva».

En el apartado de agradecimientos destacó a Carmen Nogueira, que ha sido un apoyo constante a la hora de dar forma a todo lo que sucede en este proyecto, así como a las instituciones que han hecho que esto sea posible: la American Folklife Center (Library of Congress), Archivo Biblioteca de la Catedral de Santiago, Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, Archivo Lafuente, Fundación Joaquín Díaz, Biblioteca Città Di Arezzo, MACBA Museu d’Art Contemporani de Barcelona, Lomax Digital Archive (Association for Cultural Equity), Musée d’art et d’historie Paul Eluard - Saint Denis, Museo de León, Museo de los Pueblos Leoneses y Museo Textil Val De San Lorenzo, institucciones que en el caso de algunas de ellas todavía no habían colaborado con la Fundación.A continuación dio paso al resto de los presentadores: Carmen, Gabriel, Luis y Leyre, que fueron explicando los entresijos de la exposición a partir de su propio trabajo y sus aportaciones.Carmen Nogueira explicó que había planteado el diseño de la sala a partir de la canalización existente en la localidad de Cerezales, indicando que «esa canalización podría traerla desplazada a la sala de exposiciones y así se configuró esa mesa-río, como esa idea de incorporar la realidad local que está en todas las actividades de la Fundación».Gabriel Villota explicó que habían intentado trabajar con y por el territorio y vieron de qué diferentes maneras, buscando dónde detenerse en este campamento nómada a la hora de mostrar los diferentes proyectos  y ver cómo se articulaban entre ellos, como explica: «una idea que nos dio Carmen era el desplazamiento del canal y la estructura medular de la que permite ver los diferentes elementos que la componen, pero también había referencia a varias historias que atraviesan el mapa leonés en esa idea del caminar; en el cruce de trabajos que se presentan hay trabajos que vienen directamente de la Historia,  hay trabajos que vienen de la etnografía y hay trabajos que vienen del arte contemporáneo. De manera muy intencionada hemos intentado cruzar esa heterogeneidad de materiales. Es un conjunto de historias y relatos que hemos encontrado y hemos dejado que se tejan entre sí, y a partir de aquí pueden ramificarse muchísimo más». Todo ello parte de una investigación de largo recorrido que está realizando Gabriel y en la exposición se pueden ver varios planos, por un lado los materiales conseguidos de diversa procedencia, como el chozo de pastores, fotografías y cuadros o los mapas; por otro lado, el apoyo textual, donde se establecen relaciones entre las piezas, y, por último, el folleto elaborado que complementan algunas de las piezas de la exposición. Además, se va a añadir otro nivel que consiste más en sonidos que no estarán en la sala, que se tendrá acceso a través de la web de la Fundación y es difícil articular piezas sonoras con lo expuesto, por lo que se ha recurrido a Luis Martínez, que es quien lleva el tema sonoro en la Fundación y que nos habla del trabajo que se ha realizado a lo largo del tiempo con  la realidad del entorno, así como la disolución entre las capas populares y no populares. Comenta Luis: «no tenemos música, no tenemos cualquier sublimación del discurso estético, pero tenemos algo, la posibilidad de hacer las cosas que se puede materializar de la mejor manera posible y creo que desde la Fundación hemos intentado llevarlo por ahí». La búsqueda de sonidos en el camino es un buen punto de partida para lo que se desea llevar a cabo a lo largo de este tiempo que va a durar la exposición.A la hora de articular el discurso expositivo Leyre Goikoetxea explica: «en primer lugar no nos tenemos que olvidar de Egeria. Cuando comenzamos a conversar sobre ésto, apareció la figura de aquella mujer que se supone que era del Bierzo en el siglo IV, que se hizo este camino de peregrinación y se considera uno de los primeros diarios de viaje que se conocen y además está escrito en un latín hablado, y nos pareció que esta figura enmarcaba muy bien lo que era la idea del proyecto. Y me he dado cuenta estos días de que está en toda la exposición». En la exposición se pueden ver mapas, fotografías de arte y etnografía, cuadros diversos, grabaciones y materiales que llevan al camino. La exposición es una parada en el espacio y en el tiempo que irá mutando a lo largo de los días que dure en la sala.

Caminar por el campo, por los montes, por la ciudad, andar por todos los lados solamente por el placer de caminar, esta es la propuesta de esta exposición, que a partir de la viajera Egeria o Etheria va adentrándose en las montañas de Gordón o en la maragatería haciendo guiños a través de los petroglifos de Monte Fadiel, a diferentes ciudades, a la trashumancia a través de ese chozo de pastores, una forma diferente de caminar.

Una exposición para ir descubriendo, caminando por ella a través de ese canal físico y sonoro, una metáfora del desplazamiento a lo largo de diferentes espacios, sobre todo importante para todos aquellos que durante meses no han podido moverse ni salir de sus hogares por temor a la enfermedad.
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