La Federación quiere que los subgrupos de Tercera se creen con el ‘modo cremallera’

La reestructuración del fútbol nacional de cara a la próxima temporada promete ser todo un quebradero de cabeza para la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), con competiciones sobredimensionadas al no haber descensos que obligarán a darle una vuelta al formato de competición.

En ese sentido, la Federación ya ha señalado la creación de subgrupos en Segunda División B y Tercera División para tratar de hacer más asequible la competición en cuanto al número de partidos ya que se prevé que ésta empiece también más tarde de lo habitual. Para su confección, si bien la idea de los clubes era apostar por la proximidad geográfica en una temporada que será muy complicada a nivel económico, la intención de la Federación tal y como comunicó a los conjuntos gallegos esta semana es la de dar valor a los resultados conseguidos esta temporada y confeccionar esos subgrupos a ‘modo cremallera’, es decir, dividiendo por la clasificación conseguida esta temporada.

En la Tercera de Castilla y León, a expensas de lo que ocurra con los ascensos a Segunda B y de que se confirmen los procedentes de Regional, que en el mejor de los casos reduciría a la liga a 22 equipos, se dividirían en dos subgrupos en los que por ejemplo, podría dejar a un equipo de la provincia como el único en uno de los subgrupos de la categoría mientras que el resto se encontrarían en el otro, aunque habría que ajustarlo con los equipos que ascendieran y que podrían hacer correr plazas y que cambiara el panorama de cara a la próxima temporada.

En la segunda fase, los 6 primeros y los 6 últimos de cada subgrupo se mezclarían entre sí arrastrando resultados para pelear, bien por el ascenso, bien por el descenso, que debería devolver el grupo de cara a la temporada 2021/2022 a los 20 equipos.