La Federación da a luz a su nueva Copa del Rey

La Copa del Rey estrenará la próxima temporada formato de competición una vez que la Asamblea de la Real Federación Española de Fútbol aprobara este lunes una propuesta que introduce muchos cambios a una competición que carecía de interés especialmente para los equipos modestos que en ella participaban.

A expensas de lo que ocurra en fechas futuras en lo que tiene que ver con los clubes pertenecientes a La Liga acerca de este formato (prácticamente todos ellos votaron en contra del mismo en la sede rectora del fútbol profesional, que a buen seguro buscará la manera de evitar que la nueva propuesta se ejecute) la competición pasará en primer lugar a estar disputada por 116 equipos, un importante aumento en comparación a los 83 que hasta la fecha lo hacían.

La competición comenzará en una fecha aún por determinar con la disputa de la eliminatoria previa, que será una de las grandes novedades ya que decidirá qué 10 equipos de Regional Preferente de los 20 campeones de todo el país disputarán ya el torneo como tal, que comenzará el 18 de diciembre con la primera ronda.

Un premio al fútbol modesto, que también clasificará para la Copa del Rey a los cuatro semifinalistas de una Copa Federación que estrenará formato a partir de la próxima campaña y que pasará a disputarse íntegramente en los primeros meses de la temporada con el objetivo de revalorizarla.

La Ponferradina tiene ya asegurada su presencia y la Cultural necesita un triunfo más para confirmarlaAdemás, aumenta el número de equipos tanto de Tercera como de Segunda División B que la disputarán, siempre excluyendo a los filiales. Se clasificarán de esta forma para la Copa del Rey no solo los campeones de cada uno de los grupos de Tercera, sino también los 14 mejores segundos en una clasificación que se realizará por coeficiente al no tener todos ellos el mismo número de equipos. En cuanto a la categoría de bronce, se clasificarán los 7 primeros clasificados de cada uno de los cuatro grupos manteniéndose como no podía ser de otra forma los 42 equipos de Primera y Segunda División.

Todos ellos, salvo los cuatro clasificados para la nueva Supercopa de España –campeón y subcampeón de la edición anterior de Copa y, excluyéndolos, los dos mejores en la liga, que comenzarán el torneo en la tercera ronda – entrarán en liza en una primera ronda que arrancará en diciembre y cuyo sorteo estará condicionado territorialmente. En ella se enfrentarán esos 38 equipos de élite a otros 38 salidos de Preferente, Copa Federación y Tercera. Los 8 equipos sobrantes de esta última categoría jugarán esa primera ronda contra equipos de Segunda B, que la disputarán entre ellos en algo similar a lo que venía ocurriendo hasta ahora.

A partir de ahí, los equipos de inferior categoría se enfrentarán a los de mayor hasta que sea posible, siempre a partido único con la excepción de las semifinales y en el campo del equipo más modesto. En este sentido, un equipo de Primera o Segunda no podrá jugar nunca sobre césped artificial, por lo que el anfitrión deberá cambiar de estadio para la disputa de la eliminatoria. En caso de jugar contra un equipo de Segunda B o categoría inferior no sería necesario cambiar la sede.

Una propuesta novedosa, que es un primer paso a la hora de democratizar una competición que en países como Francia o Inglaterra tienen opción de disputar cualquier equipo federado milite en la categoría que milite y que a buen seguro deparará alguna sorpresa que otra.