De esta forma, Lealtad de Villaviciosa, Alcoyano, Linares y el propio Marino son ya equipos de una Segunda División B que, como pronto, comenzará a finales del mes de septiembre. Y es que la reunión entre la Federación Española de Fútbol y sus territoriales no aclaró para nada el futuro de la competición y del fútbol por debajo de la Segunda División, sino que trasladó la responsabilidad a las autoridades sanitarias de cada comunidad autónoma para trazar un ‘Plan Transversal’ que redacte un protocolo que puedan cumplir todas las federaciones nacionales de deportes de equipo que délas garantías sanitarias y jurídicas suficientes a los deportistas, a los clubes y a los organizadores bajo el manto de los poderes públicos competentes.
Lo que sí señaló es que desde la publicación de ese protocolo deberá pasar un mínimo de un mes para que puedan comenzar las diferentes categorías, lo que pondría el mejor e improbable de los escenarios en el final del mes de septiembre.
La Cultural aprieta por la ‘Pro’
Entre tanto, los clubes más potentes de la Segunda División B , entre los que se encuentra la Cultural y Deportiva Leonesa como uno de los ‘líderes’, continúan trabajando para que la creación de una Segunda B Pro, plenamente profesional y formada por clubes que tengan la estructura suficiente como para poder cumplir un protocolo similar al de La Liga, pueda adelantarse a la próxima temporada y no comprometer así el inicio del fútbol.Las conversaciones ya iniciadas en plena pandemia se mantienen y de hecho esta misma semanamuchos de los clubes interesados en su creación se reunirán en Madrid para poder trasladar su proyecto a las autoridades.
En esas reuniones no solo habrá equipos de la actual Segunda B, sino también clubes de Primera interesados en la presencia de sus filiales en esa nueva categoría y otros de Segunda que ven también la posibilidad de caer en un pozo menos profundo y capaz de generar más ingresos que la actual categoría de bronce.
Si bien en un primer momento cualquier opción de adelantar esa nueva liga parecía imposible ya que supondría saltarse numerosas normas, la excepcionalidad de la situación que este mismo lunes ponía por decreto a cuatro equipos en una Segunda B de 102 equipos que consideran insostenible, ha reforzado la idea de estos clubes.