En cifras generales, en 2019 –el último dato cerrado– se tramitaron visados para 852 viviendas de obra nueva, por los 158 para reformas o rehabilitaciones en toda la provincia. Cabe señalar también que de la obra nueva, 297 visados fueron para vivienda unifamiliar y cien más para vivienda en bloque.
No obstante, en la capital leonesa se da la circunstancia de que en los últimos meses se vienen realizando numerosas obras de viviendas en el centro, además de nuevos polígonos como el de La Granja. A la vez hay polígonos muy recientes como La Lastra, con amplias posibilidades de crecimiento, mientras otras zonas como San Claudio, San Mamés, Las Ventas, León Oeste o algunos bloques cercanos al centro necesitan evidentes mejoras por rozar o sobrepasar los límites de la infravivienda. «El centro está muy bonito, pero tenemos un parque urbano muy deteriorado en muchos barrios», concreta la presidenta del Coal, María Jesús González.
«León rehabilita muy poco»
La tendencia se podría revertir en el futuro por la influencia del confinamiento, que ha girado la mirada hacia los propios espacios, pero hasta la fecha, Gonzalo considera que «León es una ciudad que ha renovado o ha rehabilitado muy poco de su parque edificado, vamos detrás de ciudades de las que no tendríamos que ir por detrás». Ello se agrava, según la arquitecta, con otra particularidad, que es que tiene muchísima vivienda vacía en comparación con otras ciudades ,«y eso tampoco ayuda a la rehabilitación». Para González, «está claro que León necesita rehabilitación, regeneración urbana y, sobre todo, edificatoria». No obstante, «para que la gente invierta en la vivienda tiene que estar utilizándose porque si no, no se ve el retorno».
Begoña Gonzalo alude a su caso particular, como muestra de las posibilidades que tiene la rehabilitación de vivienda. «Cuando llegué a León parecía que no estaba de moda adquirir vivienda vieja. Yo adquirí una de los años 60, un racionalismo de estos duros que no suele ser gustoso a la vista y que se entiende mal, pero que los arquitectos lo entendemos un poco mejor. Era una vivienda bien orientada, con tres fachadas exteriores, con terraza, que ahora es un lujo... Si yo sumo lo que invertí en la adquisición más lo que invertí en rehabilitarla, en mi opinión, el producto final estaba en condiciones muy competitivas o mejores que una vivienda de nueva planta porque yo tenía cosas que ahora el mercado no ofrece como una terraza en un quinto piso». La arquitecta muestra este ejemplo tan personal como una manera de «aprender a mirar el patrimonio construido como un recurso de inversión». Es decir, apuesta por «educar a la sociedad, porque no siempre es mejor irse a la periferia a o las ciudades del alfoz, sin menospreciar el estilo de vida que cada cual quiera llevar».
«Las ayudas van por ahí»
En estas circunstancias, la presidenta de los arquitectos de León destaca que «las ayudas van a ir por ahí, lo que es fantástico porque así estos barrios periféricos pueden adaptar la edificación a la actualidad consumiendo menos energía y haciendo que las personas vivan mejor gastando menos y teniendo mejores condiciones de vida». En esta línea, desde el Coal señalan que «ahora hablamos mucho de la certificación energética, que viene a decir cuál es la eficiencia de una edificación. Está claro que consumir menos energía hace que enviemos menos CO2 y así cuidamos el medio ambiente. Es uno de los principios de las modificaciones que se están realizando en el código técnico de edificación».
Por otra parte, el secretario del Coal, Esteban Rodríguez, incide en las complicaciones para acceder a la propiedad de la vivienda, especialmente, para los jóvenes. «Es verdad que hay ayudas, pero hay que saber buscarlas y moverse porque hay ayudas tanto para la compra-venta como para la reforma. Hay que aprovecharse antes de los 36 años», comenta por señalar algún rayo de esperanza que ilumine a los jóvenes leoneses. Añade que «para ayudar a esa gente también estamos los arquitectos».