La falta de lluvias deja al sistema Órbigo en 'sequía prolongada'

La CHD sitúa también en prealerta por escasez a la zona Bernesga-Torío, mientras que el Porma y Riaño mantienen la mejor situación de la cuenca

C. Centeno
10/02/2022
 Actualizado a 10/02/2022
El embalse de Villameca, en una imagen de archivo. | ICAL
El embalse de Villameca, en una imagen de archivo. | ICAL
La escasez de precipitaciones acumulada desde comienzos de este invierno mantienen en alerta a todo el país ante una posible situación de sequía. En el caso de la Confederación Hidrográfica del Duero, son cinco de los sistemas que se consideran ya en ‘sequía prolongada’ teniendo en cuenta el último informe del Plan de Sequía del mes de enero. Uno de ellos es el Órbigo, en la provincia de León, ante las reservas del embalse de Villameca. Según la información de la CHD, se encuentra al 44,8 por ciento de su capacidad con nueve de los 20 hectómetros cúbicos de capacidad. Las reservas son muy inferiores a las de hace juntos un año, cuando la situación era favorable, y también están por debajo de la media de la última década, que se sitúa en 12,7 hectómetros cúbicos. Junto al Órbigo, se encuentran en esta situación de sequía prolongada en la cuenca del Duero los sistemas Tera, Pisuerga, Águeda y Támega-Manzanas. Además, otros cuatro tienen indicadores muy cercanos a esta ‘sequía prolongada’, por lo que CHD ve «muy probable» que en el siguiente informe mensual esta situación afecte a más de 70 por ciento de la superficie de la cuenca.

La Confederación Hidrográfica del Duero marca en situación de escasez, también conocida como sequía hidrológica y relacionada con los posibles problemas de atención de las demandas, a otras zonas de la cuenca, entre las que se encuentra el sistema Torío-Bernesga, el prealerta.

A través de un comunicado, la CHD resumen el estado de la cuenca como «muy irregular», destacando la escasez de precipitaciones y las extremadamente bajas o inexistentes reservas de nieve actuales en comparación con las disponibles a principios de febrero de otros años.

De manera general, el volumen de agua almacenado en todos los sistemas es inferior al que se disponía el pasado, si bien en el caso de los embalses del Porma, Riaño y las Cogotas (Ávila) las reservas se encuentran «claramente» por encima de la media de los diez últimos años, a pesar de ser en torno a un 10 por ciento inferiores a la misma semana de 2021. Riaño es el embalse de la provincia con mayor porcentaje de reserva, alcanzando el 76,5 por ciento de su capacidad total. Le sigue el Porma con el 74,2 por ciento, mientras que Barrios de Luna está en el 64,5 por ciento, todavía por encima de la media de la última década pero con menos diferencia que los dos anteriores.

También puede afectar a la provincia la situación del sistema Carrión, que es «especialmente comprometida» ya que el volumen almacenado es un 25 por ciento inferior a la media de los últimos diez años y escasamente alcanzan el 50 por ciento de las reservas existentes en las mismas fechas del año pasado.

Con ello, la CHD apunta a que el desarrolló de la campaña de riego de este año dependerá del volumen de agua embalsada a su inicia, por lo que las precipitaciones de lo que resta de invierno y la próxima primavera son claves. «Un cambio en la situación atmosférica que hiciera aumentar las aportaciones a los embalses permitiría arrojar mejores datos para la próxima campaña», apunta Confederación. Mientras tanto, insiste en la «necesidad» de realizar un consumo responsable y eficiente de un recurso «valioso y escaso». También indican sobre la programación de cultivos de regadío que se tengan en cuenta los indicadores de cada sistema, con especial atención al Órbigo, Carrión, Pisuerga y Bajo Duero.
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