La nueva herramienta, diseñada por personal propio, no tiene a penas presupuesto y viene a complementar la oferta del museo pero "no es una visita guiada y el contenido no es el mismo", aclara López. Se trata de un audio de una hora de duración, distribuido en estancias, con 25 minutos destinados a la sala de carbones, 25 a la de calderas y casi 19 a la sala de turbinas. Pero lo más original de la aplicación por la que se accede a la autoguía es que incluye testimonios orales de personas relacionadas con la central que estaban recogidas en el fondo documental del Museo "dan un punto humano a la visita", explica la directora.
El sistema también incluye la transcripción exacta de lo que se está escuchando. El acceso es sencillo y se puede descargar con un código QR, por ahora, en sistema Android, pero pronto también se incluirá en Apple. De momento también está solo en idioma castellano, pero la intención será acrecentarlo con otras lenguas. Solo requiere una dirección e-mail y una contraseña y ya se da paso a la autoguía con 29 pistas distintas y cortas, lo cual no obliga a escucharlas de manera continua "a través de las que se cuenta la historia de la central", con fotografías actuales e históricas. Además, la visita está en constante actualización.
La entrada única en Médulas sigue
Además, López anunció que el experimento de entrada única en Las Médulas, tras el convenio con el Instituto de Estudios Bercianos para acceder a sus instalaciones en esa zona, sumadas a la visita al Museo de la Energía, ha tenido buenos resultados en agosto "y vamos a continuar con ella", anunció.