La estatua de Pepe el Barquillero se bautiza

Pepe el Barquillero era conocido en Ponferrada más por ese sobrenombre que por el de José Cortés. Natural de Ourense, llegó en los años 40 a Ponferrada donde hizo su vida ligada, primero a los helados y después a los barquillos. Y fue esa implicación con los bercianos lo que le hizo ser reconocido en 1991 con una estatua en la plaza Mayor de Ponferrada que recuerda su figura.

La peculiaridad de la misma, realizada por el escultor Óscar Alvariño, el mismo que realizó el busto de Luis del Olmo, es que está a pie de suelo "e invita a saudarle", dice el alcalde de Ponferrada, Olegario Ramón, que recuerda los barquillos que le compraba a Pepe en el campo de fútbol de Fuentesnuevas.

Pero Pepe el Barquillero no era tan conocido por muchos foráneos que se fotografían con su estatua, pese a no saber su historia. Ahora ya sabrán quién es, después de haber colocado, al lado de su cuerpo de bronce, una placa en la que se recuerda que falleció con 83 años. Dos de sus hijos Toño y Lolo, consideran que es "extraordinario" este homenaje "y que la gente lo recuerde como una persona buena y trabajadora".

De hecho hasta los 72 años estuvo realizando barquillos, ya con el callo del calor en sus manos. Sus hijos no siguieron el oficio, aunque le ayudaron durante años y agradecen este recuerdo, cerca de la que fue su casa, en Cruz de Miranda.