24/12/2014
 Actualizado a 19/09/2019
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Cuando uno de los afortunados de Armunia explicó que había comprado el décimo de la lotería a plazos, descubrí lo importante que es la espera. Sí, porque al concepto obvio de ilusión hay que añadirle lo de la paciencia, una de las claves para el éxito. Cierto es que al final todo dependía de que saliera un número, pero está comprobado que muchas de las cuestiones que atañen a esta ciudad son solo eso, suerte. ¿Qué se puede hacer si no con el AVE? Esperar, con paciencia e ilusión, aunque sepamos que el de Zamora y Galicia hizo un adelantamiento por la izquierda que más le gustaría a Alonso. Claro que los dos últimos ministros de Fomento son gallegos o afincados allí (Pastor es zamorana, otra casualidad, o suerte, o lo que sea). A la espera también se está de que se termine el palacio de congresos de la ciudad, un edificio que es pagado por la Junta, el Ministerio de Industria y el Ayuntamiento de León. Se trata de un proyecto que se supone que traerá mucha riqueza a la ciudad (como el AVE, en el que uno de los vagones se va a instalar una máquina de hacer dinero, visto lo visto) pero que mientras tanto lo que hace es dar entretenimiento a los jubilados de la ciudad, que apenas tienen otras obras (lo del plan de asfaltado no es una obra, es el Escorial leonés).

Por eso lo más conveniente es felicitar la Navidad a los que están a la espera de cosas tangibles, que tienen sus objetivos ordenados, como el agraciado de la lotería. Porque si dependiera de los políticos...
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