La es Pera del Bierzo

17/03/2020
 Actualizado a 17/03/2020
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Marzo y poca nieve en los altos. En febrero, calvas las cumbres. En enero pintaron canas por momentos pero sin perpetuidad mensual. Los agricultores bercianos miran al cielo, otra vez. La costumbre les hace que sea un gesto mecánico hacerlo. Conocen el habla de las nubes. No hay página web que supla al calendario zaragozano ni aemet que ponga sobre aviso de una helada sentenciadora a destiempo. Y el miedo vuelve a elevar los ojos, casi en un acto mecánico. Es el sol de un Bierzo que, por el contrario, sabe que juega en campo ganador. Su tierra esponjosa huele a marcas de calidad. Siete ha parido ya y la lista crece en calificación y número. La Junta ahora quiere para la Pera Conferencia una Indicación Geográfica de Origen, IGP, después ira a por ella la Manzana Reineta. Castaña, botillo, vinos, cereza y pimiento asado se salen en parámetros de primera línea. No son solo son títulos que colgar en la pared y con los que apellidarse. Desde casa sabemos que llevar Bierzo al final de la frase va más allá de esas siglas regladas. Es el premio por el bien hacer en un sector del que tirar, ahora que bajo el suelo, la oscuridad del carbón ya no aflora. Y agarrados a esa cuerda, los agricultores sacan sus tractores a la calle para hacer una riestra de ruedas dispuestas a luchar por un sector duro pero rico. ¿Lo entienden? Preguntan con el motor encendido. Dicen con la cabeza que sí quienes se sienten aludidos y responden tomando nota, dicen. De nuevo, volvemos a la tinta. Cada cuatro años, otra vez a afilar el lápiz y a darle forma a compromisos a la larga. Y así no solo las montañas pintan canas. La agricultura berciana se cansa de enumerar sus necesidades. Punto uno: concentración parcelaria. Dos: modernizar regadíos. Tres: combatir las heladas con sistemas innovadores. Cuatro: ayudas a la promoción. De nuevo lo hacen, con calma, agradeciendo. De nuevo, esperando.
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