La Ercina trata de recomponerse de la "terrible" tormenta de este lunes

La lluvia y el granizo dejaron importantes daños en la localidad

L.N.C.
24/04/2018
 Actualizado a 18/09/2019
frame-24ercina.jpg
frame-24ercina.jpg
En las calles de La Ercina todavía se podían ver el mediodía de este martes los daños ocasionados por la «terrible» tormenta de granizo y lluvia que cayó a última hora del lunes convirtiendo la localidad en un sinfín de torrentes de agua que arrasaban con tapias, aceras y asfalto y se adentraban en bajos y sótanos de viviendas.

Durante dos horas, el tiempo que duró la nube, el pueblo quedó prácticamente incomunicado ya que además deque las calles rebosaban agua y se encontraban intransitables, la riada se llevó parte de la tierra sobre la que pasa la línea de Feve, lo que obligó a cortar el tráfico ferroviario, y se registraron problemas en la red telefónica. Poco a poco, los vecinos se fueron recomponiendo del susto, aunque este martes no se hablaba de otra cosa en la localidad, donde miraban al sol con recelo porque volvía a picar, «rezando» para que la tormenta no se repitiera.

En algunas calles se llegaron a acumular hasta 20 y 30 centímetros de agua y el cauce del río Valdellorma se desbordó por completo, lo que afectó también a otras localidades del municipio. En lugares como el patio del consultorio médico, la humedad marcaba ayer hasta dónde había llegado la inundación, que se adentró en el inmueble –en el que también se encuentra la farmacia de la localidad–. Locales y bajos de algunas viviendas también se vieron afectadas y en el Museo de la localidad el agua se coló por la antigua carbonera y hubo que achicar con rapidez y poner a salvo diversas piezas para evitar males mayores. Este martes, después de valorar los daños, era momento de limpiar, también en la calle, donde técnicos de la Diputación evaluaban daños con el alcalde mientras una máquina retiraba el barro y las piedras que el agua depositó en mitad de la calzada. «Las calles eran regueros y ni los vecinos más mayores recuerdan nada igual», aseguraba este martes Ignacio Robles, regidor del municipio. «Fue terrible, terrible», lamentaba Begoña del Río, una vecina en cuya casa «gracias a Dios» no entró el agua pero que ayudó a achicar en otra vivienda, donde «no dábamos a basto», confiesa. También Melquiades Verduras tuvo que colaborar para retirar «lo mayor» del interior de otra vivienda en la que «se inundó todo lo que había en el suelo y hasta tumbó un congelador que había en el bajo». Precisamente en esa vivienda, este martes por la mañana se afanaban en limpiar los restos de la tormenta y apilaban a la puerta los enseres dañados para tirarlos.

Poco a poco, La Ercina iba recuperando la calma tras una tormenta que, a buen seguro, no olvidarán en una zona que también reclama «más atención» a las instituciones. A pesar de que el alcalde reconoce que la nube del pasado lunes fue inevitable, sí cree que los efectos pudieron ser menores si la conservación por parte de las administraciones responsables fuese la adecuada. Por ello, pide que la Diputación tenga «más en cuenta» las carreteras de la zona e intervenga en las cunetas y que la Confederación Hidrográfica del Duero, que «también nos tiene un poco abandonados», limpie más a menudo el río Valdellorma, ya que ambos asuntos «han facilitado que se diese la situación que se dio».


Archivado en
Lo más leído