La educación especial se recicla 'casa a casa'

Las familias con hijos con TEA y TDAH hacen frente al confinamiento y al cierre de los centros especializados con limitaciones pero con el apoyo de los profesionales

V.S.V.
08/04/2020
 Actualizado a 08/04/2020
Un niño con necesidades educativas especiales aplaude a los sanitarios. | L.N.C.
Un niño con necesidades educativas especiales aplaude a los sanitarios. | L.N.C.
Las familias leonesas con niños y niñas con necesidades educativas especiales llevan semanas realizando una labor encomiable para que los progresos de todo el curso no se vengan abajo por el confinamiento. Una tarea para la que, aunque sea en la distancia, siguen contando con el respaldo de los centros educativos en los que realizan su formación y terapias, los cuales "se están volcando" en hacer un seguimiento de sus alumnos.

Gema Seoane, presidenta de la asociación 'Todos Sumamos-Creando Inclusión', asegura que "dependiendo de las circunstancias" la convivencia está siendo algo más complicada con niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) o Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). "Continúan dándonos pautas y herramientas para intentar sobrellevarlo lo mejor posible. Tienen la voluntad de no dejarles atrás", pone en valor esta madre sobre la labor de los educadores.

Por su parte, Dori Ferrero es madre de un alumno Colegio de Educación Especial Nuestra Señora del Sagrado Corazón e integrante de la plataforma 'Educación Inclusiva Sí, Especial También' y pone en valor también el "sacrificio" que supone para sus hijos no poder salir de casa para ir a sus terapias. Por ello, no duda de calificarles como "pequeños héroes" y asegura que su situación es "muy diferente" al del resto de familias. "A medida que pasan los días van surgiendo situaciones un poco más tensas a nivel de conducta que vamos lidiando. A los padres no nos queda más remedio que convertirnos en maestros, terapeutas y animadores con el fin de llenar sus días de actividades", indica poniendo voz al resto de padres de alumnos de este centro de educación especial.

La 'odisea' de salir a la calle


Junto con este trabajo en casa, los padres y madres de estos alumnos también tienen que hacer frente en circunstancias especiales a las restricciones de salir a la calle. De hecho, en las últimas semanas ha habido cierta polémica por la recomendación de que las personas con TEA usen un brazalete azul que los identifique mientras estén fuera de su vivienda. La medida pretende que no se repitan problemas con los vecinos que, a través de los balcones, se quejan de los paseos permitidos.

Aunque "hay discrepancias", la mayor parte de las familias se oponen a estas "etiquetas" y ruegan por una mayor colaboración social. Sin embargo, algunos de estos niños y niñas "han tenido que soportar la humillación de los vigilantes de ventanas que les han increpado". Mientras tanto, los padres y madres de alumnos con necesidades educativas especiales aseguran que la comprensión por parte de las fuerzas del orden está siendo "generalizada". "Pedimos un ejercicio de empatía y de civismo por parte de toda la sociedad", manifiesta Gema Seoane.

Aspectos positivos y negativos


Desde estas asociaciones reconocen que hay hogares que lo están pasando "francamente mal" y en otros se sienten "frustrados" al no poder ejecutar en casa todas las terapias que requieren sus hijos, en especial aquellos en los que este parón pueda suponer un "retroceso importante" por la falta de movilidad. En este sentido, las familias vuelven a reiterar el respaldo que están recibiendo por parte de los profesores, ya sea a través de internet o con llamadas de teléfono.

Pero la cuarentena también está dejando un lado amable en estos hogares que están compartiendo más tiempo que nunca con sus hijos. Por ejemplo, con el homenaje que todos los días se brinda a los sanitarios a las 20:00 horas. "Lo que más les motiva es salir a los balcones a aplaudir porque saludamos a los vecinos y escuchamos la canciones insignia de estos días. Estamos muy orgullosos de nuestros hijos, de todo el sacrificio que están haciendo", concluye Dori Ferrero.
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