El presidente de la institución provincial, Juan Martínez Majo, recibió este lunes a la junta directiva de Promonumenta, que le hizo llegar su inquietud ante la delicada situación en la que se encuentra buena parte del patrimonio histórico de la provincia de León. En la reunión mantenida con el presidente de la asociación Marcelino Fernández y el secretario de la misma, David Gustavo López, salió a relucir el derrumbe de uno de los lienzos del castillo de Alcuetas, en el municipio de Villabraz, que es un fiel reflejo de la preocupación de los directivos de Promonumenta por la precaria situación en la que se encuentran algunos de los monumentos históricos de la provincia.
Marcelino Fernández aludió igualmente al castillo de Balboa, que a su juicio corre un peligro tremendo como consecuencia de una grieta en la torre «y si el viento entre por ahí se cae como el castillo de Alcuetas», aseguró el presidente de Promonumenta, que también se hizo eco del Palacio de Grajal de Campos, «en el que ya se ha hecho mucho pero es tan grande que queda todavía mucho por hacer y parece que se ha pedido dinero para la escalinata de subida que es una preciosidad», aseguró Fernández, que se mostró especialmente alarmado por la suerte del Castillo de Alcuetas, que necesitará de un nuevo proyecto que sujete lo que queda en pie ver la manera de reconstruir todo los que se ha caído.
El presidente de Promonumenta se mostró especialmente contrariado por la actitud del Ayuntamiento de San Esteban de Nogales de no solicitar la ayuda para intervenir en un monasterio tan importantes y que se encuentra en evidente peligro. «No entendemos cómo el Ayuntamiento ha dejado pasar esta oportunidad que se le brinda desde la Diputación», manifestó Fernández.
Por su parte, Martínez Majo recordó que el plan, el más ambicioso acometido por el Instituto Leonés de Cultura con el que se pretende financiar las obras de recuperación de inmuebles del patrimonio cultural que tengan interés arquitectónico, arqueológico, industrial e histórico de la provincia, supone una inversión de cinco millones de euros por el que la Diputación asume el 90% de la obra y cuya actuación no puede ser superior a los 20.000 euros ni superior a los 200.000. Hasta ahora se han cursado 90 solicitudes que superan los 8 millones de euros, dando prioridad a los monumentos con declaración BIC que en un número de 26 contarán con ayudas por un montante total de 3.672.838 euros. «La convocatoria está todavía sin resolver porque se han presentado proyectos muy por encima de los cinco millones de euros disponibles, por lo que ahora estamos llevando a cabo la depuración de los proyectos», destacó el presidente de la Diputación, quien remarcó que en menos de un mes se conocerán la totalidad de las iniciativas que recibirán el visto bueno.
Martínez Majo recordó «el esfuerzo realizado» desde la institución provincial para conservar el patrimonio de la provincia en un año que ha sido declarado por la Unesco como Año Internacional del Patrimonio Cultural.