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La deuda municipal

13/06/2019
 Actualizado a 17/09/2019
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Ahora que han pasado las elecciones se puede hablar con objetividad de cuestiones polémicas que fueron causa de debate en la campaña. Una de ellas es la deuda del Ayuntamiento de León. Mientras el equipo de gobierno saliente aseguraba haber reducido su cuantía desde más de 400 millones de euros hasta menos de 200, el resto de fuerzas políticas lo desmentían.

Para saber qué veracidad tenían los argumentos hay que conocer el origen de estas cifras. Los 4 centenares largos de millones de deuda estimada proceden de un informe de consultoría privada. Lo encargó el equipo municipal de Emilio Gutiérrez. Con ciertos criterios contables, que no son los de la intervención del Estado, los consultores llegaron a ese guarismo. Sin embargo no se encargó otro estudio actual con idénticos criterios, por lo que desconocemos la deuda que deja la alcaldía en este mandato según la misma consultoría.

Por otra parte, sí que disponemos de los datos de la intervención del Estado. Según la web del Ministerio de Hacienda, el Ayuntamiento de León alcanzó una deuda máxima de 248 millones de euros (en 2012). El cierre contable de 2017 deja una cifra de 202 millones, es decir, que en 5 años se ha reducido en 46 millones de euros –que no en más de 200–, aunque con luces y sombras. En el periodo de Silván la deuda creció entre 2014 y 2015 a pesar del plan de ajuste. Luego siguió bajando.

Comparar la deuda estimada por una consultora privada –en una auditoría de encargo– con otra calculada por interventores públicos –con criterios neutros– es como hacerlo entre una pera y un melón: un error de bulto para alguien con saberes elementales de contabilidad.

Resulta un fallo tan grueso que destaca revisando las cifras básicas del consistorio leonés. Tengamos en cuenta que esta institución paga unos 70 millones en salarios y otros 25 en gastos corrientes (luz, agua, papel, bolis, seguros, bombillas…). Si además se hace algo en las fiestas, se recibe a visitantes y se mantiene una actividad mínima, es imposible reducir la deuda al desaforado ritmo de las proclamas electorales populares. No es factible porque el presupuesto municipal es de unos 130 millones de euros sin remanentes del año anterior. Por lo tanto quedan 30 o 35 millones para cubrir las actividades anuales: asfaltar, renovar el mobiliario urbano, poner las luces de Navidad si nadie las regala, etc. ¿Cómo se iban a pagar 30 o 40 millones de deuda al año como mitineaba el PP?

Por último hay que explicar que el grueso de la deuda de verdad se incorporó en 2012, por una regularización forzada por las desafortunadas y opacas finanzas heredadas.
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