La desconocida cara del disputado wólfram

El fotógrafo Ramón Cela saca a la luz un relato que destapa las verdades de la explotación de la Peña del Seo y de las mentiras que ocultaba el preciado metal

Mar Iglesias
20/02/2018
 Actualizado a 19/09/2019
Ramón Cela presentará su trabajo a finales de mes durante un congreso sobre el wólfram en la UNED. | M.IGLESIAS
Ramón Cela presentará su trabajo a finales de mes durante un congreso sobre el wólfram en la UNED. | M.IGLESIAS
El wólfram ha estado presente en el pasado berciano desde varios focos, uno de los más importantes, la Peña del Seo. En ella se ha querido mirar el fotógrafo Ramón Cela para comenzar a tirar de un hilo que «no me ha dejado de sorprender». Hace 15 años que empezó a acariciar ese punto de partida y, desde entonces ha forjado un documento que considera que desmonta todo lo que conocemos sobre la historia del wólfram y de su relación con las guerras mundiales incluso.

Cela presenta ahora un libro contando esas historias bajo el nombre de «Breves historias del wólfram» centrado en cinco años sobre los que asegura que no hay archivos (desde 1940 a 1945, dentro del período de la Segunda Guerra Mundial). Tan complicado ha sido encontrar información sobre ese tiempo que Cela incluso tuvo que pagar por ella en algún caso y hacer cientos de viajes a Portugal, donde se sucedían historias que ahora relata, desmontando «lo que sabíamos». Hasta 96 entrevistas dan a luz a este nuevo trabajo histórico del fotógrafo, que ya se adelantó con otro libro titulado ‘En Rusia con la División Azul’, desde el que rescataba el desconocido testimonio de Joaquín Montaña González, un villafranquino que permaneció preso durante 12 años en las cárceles soviéticas, ahora ya fallecido, pero en el momento de la publicación vivo aún.

Cela es un enamorado de la historia, pero sobre todo de ese lado que se desconoce y al que quiere poner focos, como las diez muertes de trabajadores que sacaban el preciado material de las minas. Son muertes que se ocultaron, en el marco de una dictadura que luchaba entre dos frentes «querían meter a Portugal y España en el conflicto bélico y Salazar y Franco hicieron un matrimonio de conveniencia para no entrar. Y les salió bien gracias al wólfram», que vendían a los aliados. Cela advierte que su relato, que se ha quedado en 300 páginas en lugar de las 1.000 iniciales, aunque no descarta que haya un segundo volumen, no tiene un conducto localizado «por eso he elegido los microrrelatos para darle unidad», explica.

«Desde que empecé a descubrir cosas no salía de mi asombro», dice, sorprendido, sobre todo porque «todo lo que ocurrió esos años es una mentira» dentro del conflicto armado. La verdad estaba oculta en esa necesidad de sortear la entrada en guerra «pero los aliados tenían ya cinco divisiones preparadas para invadir la península ibérica», asegura.

En la Peña del Seo trabajaron bercianos de diversas localidades como Quilós o Barjas, que formaban cuadrillas «era como sacar oro. El Bierzo bajo está poblado de gente que vino con dinero de la Peña del Seo» y conseguían sueldos importantes «en un día podían ganar lo que un guardia civil en un mes». Por eso los puestos de trabajo eran cotizados, hasta el punto que se «colonizaban». Si un trabajador dejaba su sitio otro se podía hacer con él de inmediato, de ahí uno de los dichos que aún permanecen «se dice que cuidado con los de Quilós, que de uno hacen dos», porque tenían cartuchos de dinamita que acariciaban con un cigarro para amenazar a los otros trabajadoresy así les obligaban a marcharse y podían ocupar sus puestos.Cela presentará su nuevo trabajo en un congreso en la UNED de Ponferrada sobre la explotación del wólfram a finales de este mes.
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