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La desconexión gallega

07/07/2022
 Actualizado a 07/07/2022
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La caída de varios pilares de la Autovía de La Coruña en el trayecto del río Valcarce ha provocado un debate sobre la calidad de su construcción. Además, este suceso ha cortado las comunicaciones rápidas con el norte de Galicia. Los vehículos han de discurrir en columna por la antigua carretera nacional, lo que origina importantes retrasos y supone una rémora para la economía gallega. En consecuencia, la rotura de esta autovía pone sobre la mesa que la región vecina tiene un sistema de comunicaciones deficiente con el resto del país en pleno siglo XXI.

Repasando los accesos por autovía que dan entrada y salida a personas y mercancías, entre Galicia y el resto de la Península, citamos las autovías de las Rías Bajas, la de Oporto –ambas desde Vigo–, la del Cantábrico –desde Ferrol– y la de Verín. La quiebra de la conexión rápida en la provincia de León deja sin ningún paso veloz a través de la línea recta imaginaria que va de Ribadeo a Verín, de 180 kms de longitud. La concentración de los tráficos a través de esa barrera, montañosa, sobre una autovía interrumpida con frecuencia debido a la inestabilidad de las laderas, es una carencia grave para la red de comunicaciones.

No se puede concretar el plazo de reparación del viaducto. Tampoco garantizar que no vuelvan a producirse cortes en este tramo. La inestabilidad de esos montes es conocida. Eso no implica el abandono de este paso, puerto que es vital para la economía, pues no hay muchas alternativas para acceder a Galicia mediante el tendido de una autovía. Estas vías de gran capacidad son el recurso más funcional de nuestros sistemas de comunicaciones y su ausencia puede bloquear el desarrollo.

Precisamente porque hay pocas alternativas para conectar por autovía Galicia con el resto del país y porque todas tienen riesgo de cortes, deben desplegarse las que hay. La autovía de Ponferrada a Valdeorras, que en realidad conduciría hasta Monforte de Lemos, para alcanzar desde allí Lugo, Orense y Santiago de Compostela es la que falta. Resulta una pieza clave para acabar con el aislamiento de buena parte de los gallegos.

Por añadidura, esta autovía, que atravesaría lo más dinámico de los interiores gallego y leonés, desataría nuevas actividades, al contrario de otras conexiones, tendidas por zonas casi deshabitadas. La autovía Ponferrada-Monforte compone el acceso hacia el distribuidor tradicional de las comunicaciones gallegas.

En conclusión, estamos ante la oportunidad para que las autoridades se pongan de acuerdo con el ministerio para construir la nueva conexión Ponferrada-Monforte. Los políticos leoneses deben ser catalizadores de este movimiento.
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