La dama del abanico

La abubilla luce una cresta muy llamativa que se abre como un abanico cuando está nerviosa

Javier Valladares
18/07/2018
 Actualizado a 18/09/2019
Cuando una abubilla captura una oruga de procesionaria, la zarandea y golpea violentamente contra el suelo o una rama. | JAVIER VALLADARES
Cuando una abubilla captura una oruga de procesionaria, la zarandea y golpea violentamente contra el suelo o una rama. | JAVIER VALLADARES
Este ave tan peculiar,anuncia con su llegada la primavera año tras año. Con ligeras variaciones en cuanto a la fecha, llegan a nuestra provincia con el cambio de estación, y con la mejoría de las temperaturas, alegrando los campos con su inconfundible y yo diría que monótono canto.

Y es que ese up-up-up, que repite sin cesar hasta bien entrado el verano, es de donde le viene su nombre científico «upupa epops». Junto con el canto del cuco, es uno de los sonidos característicos del campo en primavera.

La abubilla anida en huecos de árboles secos, paredes, tejados, grietas, montones de piedras o escombros. Los nidos desprenden un olor desagradable, casi fétido, por la acumulación de excrementos en el interior. En época de cría la hembra tiene también ese olor, lo que la ha hecho ser portadora de no pocas supersticiones y mala fama desde la antigüedad. Aparte de esa falta de limpieza, los pollos en caso de verse atacados, se defienden disparando un buen chorro de heces a su atacante. Pero este simpático pájaro es de lo más beneficioso para el hombre, por la gran cantidad de insectos que consume, y por ser uno de los principales consumidores de crisálidas de procesionaria, e incluso larvas de la misma especie, ya enterradas bajo el suelo, que descubre con su largo pico. Otros insectos como saltamontes, grillos, arañas, lombrices e incluso artrópodos como las escolopendras, forman también parte de la dieta habitual de las abubillas. Cuando una abubilla captura una oruga de procesionaria, la zarandea y golpea violentamente contra el suelo o una rama, para eliminar sus pelos urticantes. Al igual que otras aves, como por ejemplo los abejarucos, una vez que han matado a sus presas las lanzan al aire para engullirlas.De carácter fundamentalmente mediterránea, prefiere zonas de secano o de estepa, aunque podemos encontrarla en zonas de frutales, o incluso en parques y jardines. Les gusta darse baños de arena, y como otras aves insectívoras obtienen el agua que necesitan de las larvas e insectos que consumen, por lo que aguantan bien los rigores estivales.

En bastante común el que tengan dos puestas anuales, antes de abandonar tierras leonesas en el mes de septiembre, camino de sus cuarteles de invierno africanos.
Lo más leído