La Cultural y su cantera

Durante muchos años, el fútbol base leonés ha tenido en sus entrañas una guerra abierta entre sus principales clubes. Envidias, piques, historias pasadas pero enquistadas y múltiples zancadillas provocaban que, si se pudiera perjudicar al de al lado, se hiciera.

Se podría decir que nadie se salva de esta circunstancia. Y también que nunca era en beneficio de los niños, pese a que en ellos acabara calando esa animadversión que veían en el día a día.

Los chicos que jugaban en otros clubes no es que no se consideraran de la Cultural, sino que en muchas casos acababan incluso teniéndola cierta manía.Y cuando uno de ellos despuntaba y otro club, con equipo en el fútbol profesional, se interesaba por él, muchos equipos de León preferían que recalara en cualquiera que no fuera la escuadra culturalista.

Por supuesto, mucha culpa de ello lo tenía también la Cultural y su forma de actuar, no era ni mucho menos algo unidireccional. Y por eso, más allá de la metodología del más alto nivel que se aplica desde la llegada de Aspire en toda la cantera culturalista, el mayor logro de los últimos años ha sido cómo se ha reconducido la relación con sus vecinos y cómo se ha cambiado la percepción que los niños tienen de ella.

Y es que lo primero es una cuestión técnica que, con profesionales cualificados, se puede aplicar en León o en cualquier otra ciudad. Pero lo segundo, en una ciudad como esta, parecía casi imposible de conseguir y cada vez está más cerca de ser una realidad.

No son sólo sensaciones, son hechos. Ya es más fácil conseguir que ese canterano que destaca acabe en León.Que ese al que tientan de Madrid o Valladolid prefiera quedarse en la Cultural. Que en los colegios se vean camisetas del conjunto culturalista. Y sobre todo, que en el Reino de León se vean muchísimos niños en cada encuentro.

Rejuvenecer la grada era no hace tanto el gran objetivo.Y ese ya se ha conseguido. Es el mejor legado que queda en los últimos años. Aunque aún queda por pulirlo. Falta por construir. Pero los cimientos que se han puesto hacen confiar en una casa firme en el futuro.