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La Cultural no es de manual

18/02/2016
 Actualizado a 07/09/2019
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Todo depende del color del cristal con el que se mire.El estado de la Cultural también.A los ojos de un habitual seguidor de la Segunda B el del Tudelano fue un buen partido entre dos buenos equipos. Sin grandes alardes como sucede en los partidos importantes de la categoría donde abundan los temores y escasean las alegrías. Donde los futbolistas de referencia solo dejan destellos y no influencia. Las defensas se impusieron a los ataques, pero si alguien mereció ganar fue la Cultural. Tuvo las ocasiones necesarias. Fue sólido y competitivo, dos de las llaves maestras que garantizan el éxito. Camino van unos y otros.

Sin embargo, si tiramos de manual, a la Cultural de Juan Ferrando, Felipe Llamazares y compañía le salen aristas. En el libro de estilo de la entidad se hace hincapié en el ‘jogo bonito’, en el fútbol vistoso y creativo a través del cual recuperar al aficionado medio. Los dos podrían tirarse los trastos, o el dichoso manual, a la cabeza. Los gestores tienen argumentos para demostrar que el paso del tiempo se tragó el buen juego, mientras que el técnico siempre podrá citarles en Puente Castro, allí donde la hierba dejó paso al barro, allí donde es imposible practicar para mejorar. Por no regresar a la confección de la plantilla.

El corazón del equipo late con fuerza superando el aparente bache de juego a base de resultados, dentro o fuera. El resto es literatura o ciencia ficción. Barcelona solo hay uno y pertenece a otro mundo.

Será trabajo del técnico seguir buscando soluciones a su ataque. El lenguaje gestual de Aketxe, penalti fallado al margen, debe invitar a la reflexión. El ariete no está cómodo. No se encontró en el esquema con dos puntas y lleva meses buscándose la vida ante el gol. De sus nueve tantos, siete fueron a balón parado. Tirando de recursos propios, los que no ha tenido el juego de grupo para encaminarle más veces ante la portería rival.
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