La cuesta de septiembre

Con la misma melancolía que lo cantaba el Dúo Dinámico, la realidad es la que es, «el final del verano, llegó». Lo anuncia septiembre, el mes por excelencia de la depresión posvacacional, la ‘vuelta al cole’ y el pago de impuestos como el IBI que, por cierto, en la capital leonesa destaca por ser especialmente alto, el tercero más caro de todo el país (hablando de capitales de provincia). Toca guardar las toallas de playa y sacar las mochilas y los estuches, y eso en el mejor de los casos, porque si hay que comprarlo la lista de la compra escolar suma y sigue. Septiembre es mes de hacer números, de plantearse recortes en la economía doméstica, aunque hay gastos fijos impepinables, como el de las hipotecas, que en León se sitúa en un importe medio de 394 euros al mes, lo que comparado con otros territorios no deja tan mal parada en la provincia, aunque también habría que mirar los sueldos. Según un informe de Tinsa sobre el mercado inmobiliario, los que decidan desprenderse de una vivienda en León tardarán una media de once meses en venderla, eso sí, lo venderán algo más caro que hace un año, aunque sin poder sacarle la rentabilidad (léase especulación) de los años de la burbuja. El precio por metro cuadrado en la provincia de León todavía está a más de 350 euros de los máximos que se registraron entonces.