La Cuba profunda desde dos sillas

El leonés Isidro Tascón ha inaugurado en La Habana la exposición itinerante ‘Réplica’, una muestra fotográfica de cien casas rurales de diversos lugares de Cuba que siempre tienen dos sillas en el porche

Fulgencio Fernández
08/06/2018
 Actualizado a 19/09/2019
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Existe otra Cuba, alejada de la que vemos cada día en telediarios y documentales, que no es La Habana o Varadero, que no es el Caribe de las hamacas y el turismo.
Existe una Cuba rural, la de Cienfuegos, Trinidad, Sancti Spíritus o Meneses, lo que podría llamarse la Cuba profunda, plagada de pequeños poblados de modestas casas, cabañas (bohíos, que dicen ellos).

La primera ha fascinado a millones de turistas.

La segunda fascinó al artista leonés Isidro Tascón, «tal vez porque odio la playa». Tal vez por ello viajó de poblado en poblado. Habló con aquellas gentes y llegó a una conclusión: «Esa Cuba también engancha».

Y una de las cosas que más le llamó la atenciónfueron las modestas casas con porche en su gran mayoría, y muchas con dos sillas o dos hamacas en él para disfrutar de estar allí sentado, viendo el horizonte. «Por eso decidí que todas las casas que fotografié tuvieran dos sillas iguales, como símbolo».

Explica el artista de Matallana de Torío que «todas aquella casas, la mayoría de madera, tienen una estructura arquitectónica muy similar con un porche en el que siempre hay dos sillas, como si se tratara de una norma tácita. Me llama mucho la atención el fantástico sentido de la estética en relación con la escasez de medios», algo que decidió reunir en una serie de cien fotografías que, explica, «refleja sin duda la vida de los poblados, su austeridad y una estética de lo mínimo para conseguir lo máximo: la autenticidad».

Este serie de imágenes de Cuba lasha convertido en una exposición de 100 fotografías que ha titulado ‘Réplica’ y que irá itinerando por diversos lugares: Oviedo, Madrid, Berna, Ourense o León (donde llegará en febrero de 2019) además del lugar donde fue inaugurada, que no podía ser otro que Cuba. En la sede de la Embajada de España en La Habana, una ‘galería’ espectacular. «Fue una sorpresa muy agradable, no sabía cómo lo recibirían los cubanos y estaban fascinados. Decían que para ellos resulta normal ver las casas, que están acostumbrados y no les llama la atención pero verlas todas juntas, aquellos paneles de casas... los comentarios me resultaron muy emocionantes».

Coincidió Isidro Tascón en los días del cambio de gobierno, cuando Raúl Castro «cedió los trastos» después de tantos años marcados poreste mismo apellido. «La verdad es que no se notaba excesiva agitación, lo que más parecía preocuparles era unificación del dinero para convertirlo en moneda única... normal, no están las economías para bromas».

Quien sí bromea es Tascón con sus viajes a Cuba para la exposición primero y para la inauguración después. «La primera vez coincidió con la llegada de Obama, que sí que despertó gran expectación; después estuve en las jornadas de luto por la muerte de Fidel... y ahora. Ya no sé qué me da coger el avión para allá, aunque igual tengo que volver pues al director de la Fototeca Nacional le gustó tanto que quiere llevarla allí».

Sobre ‘Réplica’ señala su autor que «el objetivo de este proyecto es dar visibilidad al particular sentido estético de los habitantes de estos lugares. Su educación, sus tradiciones y en general su herencia cultural, se refleja en algo tan sutil como los recibidores de sus casas, en los que pasan sus momentos de descanso y de ocio».

- ¿Y las dos sillas?
- Me llamaron mucho la atención esas dos sencillas sillas, que muestran la relación que los habitantes de la casa tienen entre ellos y con el entorno y por supuesto, su carácter abierto.
- ¿Porqué sin nadie sentado en ellas, siempre vacías?
- La elipsis de las sillas vacías alude directamente a la deliciosacostumbre española de la charla del final del día, del momento compartido de descanso y reflexión en las jornadas calurosas, adaptado aquí a la particular estética cubana.

Recuerda Isidro Tascón que se trata además de una muestra con muchas conexiones con nuestra tierra, «y con nuestra vecina Asturias», pues además de tratarse una mirada sobre la Cuba rural han sido muchos los leoneses y asturianos que un día cruzaron el charco y se plantaron en la isla caribeña, con destino a la Gran Antilla. «Desde mediados del siglo XIX y durante las tres décadas iniciales del XX, los puertos de Avilés y Gijón abrieron las puertas a esas relaciones asturcubanas (y los leoneses que iban a sus puertos a embarcar) que, aún hoy, mantienen fuertes vínculos emocionales. Quizá por ello, obtener una visión de las posibles moradas de nuestros abuelos fuese pertinente para no enterrar definitivamente en el olvido aquellos largos viajes».

De momento es otro artistas inquieto, viajero de cualquier mar, quien nos acerca cien casas cubanas condos sillas en el porche. Rafael Doctor recuerda en el prólogo que al mismo tiempo que Tascón recorre la isla pasan mil cosas en el mundo:«la debacle medioambiental, los beneficios económicos que lo hacen todo lícito, la palabra sequía es la más nombrada, en millonario rubio y loco gobierna el mundo... y en mitad de esa tormenta que no cesa un artista se detiene y contempla un bohío, la más rudimentaria de las casas, el más simple habitáculo, la estancia rural de los que nunca han tenido otra cosa que su vida y su trabajo en uncampo que los alimenta».

El artista se llama Isidro Tascón.
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