La crisis de cada cual

No hay crisis suficientemente grave, ni investigación lo suficientemente escandalosa, ni tragedia lo suficientemente dramática como para que nuestros políticos no intenten arrimar el ascua a su sardina. Da mucho reparo comprobar que da exactamente igual lo que suceda, porque al final todo el mundo abordará el tema desde su perspectiva o en función de sus intereses. Pasa con la Enredadera y pasa con el cierre de Vestas, los que tienen pinta de convertirse en los dos culebrones informativos ‘estrella’ de este verano... aunque habrá que esperar al mes de septiembre y rogar para que los incendios no se cuelen en la actualidad con su habitual voracidad. Ante el cierre de la empresa que fue emblema del polígono de Villadangos, las reacciones de los políticos son intentar salvar la cara, por parte de los que están en el gobierno, y aprovechar para reivindicar lo que ya todos sabemosque hay que reivindicar, por parte de la oposición. Ahí está también el oportunismo de la Diputación, que cree que ayuda trasladando a Villadangos su junta de portavoces y tratando de convertirse en noticia restándole protagonismo a los trabajadores que viven el drama de quedarse en paro. Son ese tipo de gestos de considerar que la noticia es la llegada de un político a un incendio y no el incendio en sí. Con todo, lo cierto es que unos y otros no parece que vayan a conseguir nada más que fotos y titulares.