Cuando finaliza un periodo de tiempo, como ha sido la primavera con una pandemia todavía coleando, aunque con menores tasas de mortalidad, nos vemos metidos, cual si de un horno ser tratara, en el verano y todo el que puede empieza a echar cuentas sobre como disfrutar las vacaciones anuales después de estos malditos e inéditos años de tristeza, pobreza y muerte que nos han dejado hechos unos zorros.
Las declaraciones políticas se aceleran pensando que a la vuelta, además de venderlo tinto como vulgarmente se decía, se empieza vislumbrar la próxima legislatura y con ello muchas situaciones personales en el aire por aquello de «quítate tú, pa ponerme yo». En este momento empiezan los nervios. Hasta hace no muchos años los escaños basculaban entre dos partidos, y el que más votos tenía solía ser el que sacaba más senadores. El sentimiento leonesista, o de leonesidad, tuvo altibajos en los resultados hasta llegar a la actualidad en que, sin unos nombres de relieve, en las ultimas elecciones autonómicas esa leonesidad volvió a levantar cabeza con fuerza resultando ganadora en las poblaciones mayores de nuestra provincia como respuesta al malestar reinante. Me duele escuchar, a gente cabreada decir: «Si es que en León somos así, y hasta que no nos pisan no nos movemos», cosa que yo dudo en compartir pero no niego la mayor.
Hace unos días se informaba del nacimiento de una plataforma con la denominación ‘León Primero’ con la pretensión de aglutinar la dispersión de facciones leonesistas y conseguir la ansiada autonomía. Esta iniciativa nace del colectivo, afín a la izquierda, Baldomero Lozano, aunque con la implicación de un notabilísimo leonés poseedor de acreditaciones, mas que suficientes, para poner en marcha de una vez por todas la citada plataforma. Estoy hablando del leonés Rogelio Blanco, importante intelectual y ex director general del Libro, archivos y bibliotecas, además de escritor y pedagogo poseedor de múltiples títulos que le hacen acreedor de los diferentes cargos que ha desempeñado.
El cántaro en León se esta llenando y como rebose el borde la cosa se va a poner peor. Salta a los medios la noticia de la creación de una plataforma leonesa con el lema: ‘León lo primero’. El nombre lo dice todo, este tipo de expresiones, reflejando el sentir de muchos leoneses, deben preocupar a los políticos de los diferentes partidos así como a sus representantes a nivel regional y nacional. Rogelio del Blanco, comprometido con la idea, llama la atención que, con independencia del partido a que pertenezca, se postule como abanderado de una autonomía para León, como así lo viene haciendo el propio José Antonio Diez, alcalde de León –presente en este acto–, en repetidas ocasiones, anteponiendo los intereses leoneses a los criterios de su partido. El frasco de las esencias lo destapo, consecuentemente, el citado alcalde, Jose Antonio Diez en varias intervenciones en Onda Cero de León con proyección en toda España, donde, sin tapujos, se mostró partidario de una autonomía para León.
La presentación de este colectivo en el palacio Conde Luna tenía la pretensión de despertar el interés de los leoneses, aunque con un sesgo a la izquierda que no era al caso. La presentación, que tuvo lugar el día 28 de julio en el mentado lugar, por Andrés Fernández, hombre con espolones en política en el pasado y miembro de la plataforma organizadora, logrando una presencia de lujo en la mesa de intervinientes como era la del citado Rogelio Blanco; Javier Callado reputado leonesista, escritor y defensor a ultranza de lo leonés; cerrando la intervención de la mesa, David Diez Llamas, doctor en sociología por la Universidad de Deusto, habitual colaborador en la prensa leonesa a través de sus tribunas que desde hace muchos años viene publicando, haciendo una magnífica y clarificadora exposición de lo que fue y lo que es nuestra provincia, actualmente dentro de la no deseada integración en la autonomía de Castilla y de León.
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