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La cosa va de salarios

05/02/2019
 Actualizado a 18/09/2019
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Observar las últimas cifras del paro registrado en la provincia de León hace que a uno le salga la vena cabrona. De igual manera que mientras soportábamos la precarización de las condiciones de trabajo algunos popes se hinchaban como pavos repitiendo eso de que la reforma laboral había servido para crear empleo en España, a uno le apetece preguntarles a esos mismos cortesanos de los privilegiados, masticando rabia en la boca, si no deberían afirmar ahora que la reforma laboral está destruyendo empleo.

Y es que hace mucho que se viene advirtiendo que si no se producen mejoras en las condiciones de trabajo y especialmente mejoras sustanciales en los salarios la economía española va camino de una nueva recesión. Y como la alegría, tengamos en cuenta que también las recesiones van por barrios. Porque el problema no será el mismo en zonas con un tejido industrial fuerte que en otras, como la nuestra, en la que el crecimiento económico no depende del incremento de la competitividad para situar nuestros productos en el exterior, si no fundamentalmente de la demanda interna y por tanto de la capacidad de compra de las personas trabajadoras leonesas.

Pero es que el salario siempre ha sido la línea roja que lo determina todo. La avaricia de meter en sus propios bolsillos la riqueza generada con la fuerza de trabajo de muchos. Por eso montan los espectáculos que montan cuando por ley se les dice que al menos tendrán que pagar 900 euros al mes. Luego se rasgan las vestiduras como fariseos cuando estallan las crisis.

Y mientras se enteran y no, pues a lo de siempre. Liquidada la importantísima industria energética leonesa por mor de quién sabe qué complejos, cartillas de parvulario o servidumbres para con otros, ahora resulta que hemos empezado a comprar energía a Marruecos, donde a diferencia de aquí, que estamos de cierre, han abierto una nueva central térmica de 1,4 gigawatios, que al parecer ni debe afectar a la capa de ozono ni al ‘sursum corda’. La cosa puede que vaya de salarios también. Bajos, por supuesto...
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