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La copa es un gran premio

07/04/2015
 Actualizado a 07/09/2019
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No nos engañemos. A todos los seguidores de la Cultural nos encantaba hacer cábalas mirando al cuarto puesto, pero la liga ha dictado sentencia. En el fútbol, como en la vida, los sueños, sueños son. Partidos como el de esta pasada jornada colocan a uno en el sitio justo. La Cultural no hizo méritos para luchar por el ascenso porque no supo aprovechar las oportunidades que le brindó la competición. Le penaliza su mala trayectoria como visitante durante la segunda vuelta con una única victoria y tres derrotas consecutivas. La solidez de la que hizo gala en el frío invierno pasó a mejor vida. En Barreiro, en primer lugar, fue superado de cabo a rabo y acabó perdiendo en la suerte máxima, el remate. Porque por mucho que nos creamos en ocasiones el ombligo del grupo, los demás también juegan y las diferencias en el cara a cara son mínimas. El Celta B tiene más jugadores de talento y te puede hacer un traje a medida. Así sucedió durante treinta minutos de juego antológico del filial. Salida de balón limpia, toque exquisito, velocidad y una alta presión que nubló a una Cultural sufriente cuando el rival le acosa, aunque queda en el aire por qué no respondió antes con la misma moneda de la presión. Dicho lo cual, el fútbol se mide por la capacidad para transformar en gol las ocasiones creadas y aquí la diferencia fue mínima. Un error inesperado, un gol increíble, un poste en el camino…No se le puede reprochar demasiado a la Cultural. Quiso, pero no pudo. Es fútbol. No le den muchas vueltas más.El play-off de ascenso tendrá que esperar una mejor ocasión, pero jugar la Copa del Rey no es la pedrea. Das tres pasos y te plantas ante uno de los grandes de la Primera División para regocijo de las arcas. Merece la pena poner todo el empeño en ello, jugadores y aficionados. ¡Y no se fíen del colista!
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