La construcción del nuevo horno de ‘la vidriera’ se enfría en un momento clave

La última reunión entre los representantes de BA Vidrio y de la Junta de Castilla y León no ha servido para encauzar sus relaciones. El encuentro entre representantes de ambas partes «al más alto nivel» no sirvió para reconstruir una relación cada vez más tensa, mucho más después de que la multinacional decidiera trasladar la sede social de León a Extremadura –concretamente a Villanueva de los Barros– en base a la diferencia en el trato recibido por los gestores de una y otra Administración autonómica.

En la agenda de la empresa están el traslado de la sede social y la renovación del horno y del convenio   El cambio no tendrá –en principio– consecuencias para el empleo, pero el recorte en los indicadores estadísticos y económicos de la provincia es más que importante dado que BA Vidrio ocupaba las primeras posiciones en las clasificaciones de producción industrial, exportaciones o nivel de empleo, cuestiones que en la provincia tienen mucho que mejorar. Lejos quedan aquellas declaraciones del presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, en las que afirmaba «esta fábrica es el producto del compromiso reiterado de un grupo de empresarios, que han realizado inversiones de más de doce millones de euros». La generosa cita es de hace quince años, con Isabel Carrasco de Consejera de Economía de la Junta y Antonio Amilivia de alcalde de la ciudad. Por entonces la financiación fluía y la relación era también fluida entre ambas partes.

Ahora, en 2018, la empresa niega a las autoridades la invitación a los actos del 50 aniversario de la emblemática fábrica leonesa por falta de apoyo especialmente financiero, según aseguran las fuentes consultadas. No obstante, la actual titular de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, ha afirmado públicamente que «si en unas subvenciones cofinanciada con fondos europeos la Ley te exige unos requisitos y no se cumplen, ni yo ni nadie se puede saltar la Ley». Del Olmo asegura que «no hay conflicto» y alude a los «préstamos reintegrables» que les ha ofrecido la Junta.
Sin embargo, las mismas fuentes mantienen que desde el gigante multinacional consideran que las condiciones ofrecidas no son mejores que las que pueden conseguir de las entidades financieras con las que trabajan.

En este contexto, según ha podido saber este periódico, la relación está muy deteriorada hasta el punto de que de las instalaciones del Polígono de Onzonilla han desaparecido los carteles informativos de las últimas inversiones con participación de la Junta de Castilla y León.

La Junta ofrece préstamos reintegrables con «peores» condiciones que las que los bancos ofrecen a la firma No obstante, lejos de los despachos, en la fábrica, se piensa menos en las subvenciones y más en el horno, que raya la fecha de caducidad y necesita ser sustituido por otro para mantener el nivel de producción. Es decir, se hace necesaria una inversión millonaria a la que tiene que dar el visto bueno el Consejo de Administración de BA Vidrio.

En este sentido, cabe recordar que solo la reparación parcial de uno de los hornos supuso alrededor de 9 millones de euros en el año 2003. Posteriormente, en el 2009 se acometió una nueva reparación que permitió aumentar la capacidad de producción y llegar a niveles de calidad por encima del 90%. Eso fue hace años, pero la inversión ha de ser constante porque un horno de vidrio trabaja 365 días al año, 24 horas al día. Es un tanque de fusión que está siempre generando vidrio. Toda su vida está fundiendo y se desgasta, por lo que pasado un tiempo –unos 10 años– hay que sustituirlo, bien mediante demolición y reconstrucción o bien mediante una reparación parcial en la que se para y vacía el horno y se sustituyen los refractarios para alargar la vida del horno y maximizar los activos. Todo ello supone un gran desembolso que día a día se tienen que ir ganando los cerca de 250 trabajadores de BA Vidrio en León, que cada jornada ponen su grano de arena para convertir la fábrica en una de las mejores de Europa.

Los buenos datos avalan la construcción de un nuevo horno. Las fuentes consultadas sitúan a la planta leonesa como una de las más eficientes del grupo tanto por volumen como por calidad de la producción. De hecho, ha sido la factoría escogida para lanzar distintos envases de clientes tan potentes como Coca-Cola, que ha llegado a rodar vídeos promocionales en el interior del complejo industrial de BA Vidrio en León. Además, la fábrica es una de las más modernas de Europa, con un alto grado de automatización tanto en la zona caliente como en la fría y buena parte de la materia prima que consume llega directamente desde las minas que la empresa explota en la inmediaciones de Boñar, conectadas diariamente por entre 40 y 60 camiones.

En cuanto a la plantilla, por experiencia y formación se sitúa también como una de las más preparadas del grupo y con el compromiso de seguir mejorando, según aseguran las fuentes consultadas. El compromiso de los empleados también parece firme, después de que en la negociación del último convenio aceptaran la sustitución de los diversos complementos por uno ‘personal’ que disfrutan los trabajadores con antigüedad y que no se incluye en las remuneraciones de las nuevas contrataciones de nuevo personal.

No obstante, las negociaciones colectivas, sobre todo en la industria, suelen ser duras, y en este juego la empresa ha llegado incluso a anunciar que el Consejo de Administración buscaba terrenos para deslocalizar la fábrica. En la última firma no se llegó a estos extremos gracias a las concesiones por ambas partes. Sin embargo, eso es pasado y la dirección y los representantes legales de los trabajados han iniciado ya los primeros contactos para la renovación del convenio laboral. Por el momento no se han producido grandes avances, aunque desde la firma han pedido a los trabajadores una rebaja de las tablas salariales como una vía de facilitar al Consejo de Administración la decisión de construir el nuevo horno, que no deja de ser el objetivo de todas las partes.