La ciudad de las motos, con mayúsculas

La Bañeza recuperó este fin de semana su Gran Premio de Velocidad impulsado hace 70 años con varios miles de aficionados en la calle y unas carreras de clásicas para disfrutar

Pedro J. Abajo
07/08/2022
 Actualizado a 07/08/2022
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La Bañeza, los bañezanos y los miles de visitantes que este fin de semana acudieron a la capital leonesa del motociclismo para disfrutar del Gran Premio de Velocidad en el que es el circuito urbano más famoso y antiguo de España demostraron que la «ciudad de las motos», con letras mayúsculas, tenía ganas de volver a sentir el olor a gasolina y ruido en sus calles después de dos agostos en silencio y tres años esperando que llegara el momento de volver a oír aquello de «circuito cerrado, circuito cerrado».

Por todo lo alto y con miles de aficionados situados a ambos lados del trazado del circuito que se abre entre las casas, en las ventanas y balcones de las viviendas o a través de la televisión, La Bañeza celebró este fin de semana que hace setenta años comenzó una aventura que ha conseguido no solo abrirse hueco entre la afición motera nacional y los pilotos sino convertirse en un lugar casi de culto.

Con el Moto Club Bañezano como organizador y el Ayuntamiento de La Bañeza como patrocinador principal, el Gran Premio de Velocidad no es una carrera competitiva ni puntuable para ningún campeonato pero para un piloto inscribir su nombre en el libro de honor de la prueba es «todo un orgullo», como dijo Benjamín Grau en la que fue su despedida de las dos ruedas, a quien este domingo se le brindó un sencillo homenaje.

En cuanto a palmarés del 61 Gran Premio Ciudad de La Bañeza, en la categoría reina de GP125/ Moto3 fue vencedor Alejandro Martínez Mas con un tiempo total de 8:01.584 y quien le dedicó la carrera a su hermano fallecido. Estuvo seguido por Manuel Hernández y Kevin Sojo.

En las Clásicas 4T el piloto que se colocó en el primer peldaño del cajón fue el malagueño Juan Francisco García, como ya se había visto el sábado en la tanda de entrenamientos tras mantenerse durante toda la carrera el primero a pesar de que Hugo Carlos Lacunza le pisaba los talones durante las diez vueltas.

Por lo que respecta a las Clásicas 2T, una vez más y van ocho ediciones con su Montesa desde hace una década, gran actuación de Sergio Fuentes, que además de colocarse el primero durante toda la prueba rompió el récord de oro en el trazado de La Bañeza. Juan Francisco Risueño completó el podio junto a Juan Carlos Espí en una mañana de emoción, gasolina y mucho motor.

Despedida y ovación al catalán Benjamín Grau


La celebración del 61 Gran Premio de Velocidad de La Bañeza de este fin de semana sirvió para rendir un pequeño homenaje al expiloto Benjamín Grau, uno de los grandes nombres del motociclismo español en las décadas de los sesenta y setenta que se ha despedido oficialmente de las motos en la mítica carrera urbana a los 76 años, con la ovación de los miles de espectadores que acudieron a la ciudad para presenciar las carreras.

El piloto barcelonés, que fue pregonero de las fiestas patronales el pasado año y tiene una curva en el trazado con su nombre, destacó que «son muchos los recuerdos que guardo en mi memoria de esta bella y acogedora ciudad, así como de sus gentes. Me complace enormemente saber que una parte mí se encuentra en ella, en esa curva del circuito urbano de velocidad que desde hace unos años lleva mi nombre».

Para Grau, que por última vez se subió a una moto para una competición y quiso que fuera La Bañeza el lugar de su despedida, «a pesar de haber recorrido muchos otros circuitos del mundo, el Gran Premio de Velocidad de La Bañeza ha sido uno de los más únicos y apasionantes que siempre guardo con cariño y que he tenido la inmensa fortuna de ganar en varias ocasiones».

Tras dar la vuelta de honor reconoció que «esta ciudad es un lugar de referencia a nivel nacional e internacional para la afición gracias al Moto Club Bañezano, y a la gente de esta comarca que siempre está ahí», dijo.

El ambiente motero llena la ciudad todo el fin de semana


La llegada de miles de aficionados a La Bañeza para presenciar el Gran Premio de Velocidad en su 61 edición, tras dos años en silencio por las restricciones y las dificultades a la hora de organizar eventos multitudinarios, ha supuesto para la comarca una vuelta a la normalidad y también una importante inyección económica.

Con las plazas hoteleras llenas desde hace varias semanas y los bares y restaurantes llenos, las carreras de motos son uno de los grandes atractivos de la ciudad y un importante motor económico para muchas empresas del sector servicios.

Durante tres o cuatro días, pero especialmente el sábado y el domingo, en cualquier punto de la ciudad había motocicletas estacionadas y oleadas de gente por las calles imposibles de contabilidad. Aunque muchos se atrevieron a poner cifras –incluso desde la organización se habló antes de la celebración del evento de 70.000 personas, cantidad que se ha ido engordando de 10.000 en 10.000 año tras año–, hay quienes apuntan que la carrera llegó a niveles pre-pandemia.

Uno de los detalles significativos es que la mayor parte de los puestos ambulantes de merchandising y recuerdos de la carrera agotaron sus artículos, sobre todo las camisetas conmemorativas que cada año se fabrican con distintos motivos relacionados con el Gran Premio y con el trazado urbano bañezano para que los asistentes se lleven de recuerdo de su paso por el que es uno de los eventos imprescindibles para los aficionados moteros.

Feria del Motor


También importante éxito de la Feria del Motor, tanto entre los aficionados a las motos como para cualquier otro visitante que pudo disfrutar de los cerca de 30 expositores llegados de toda España en los que se podían adquirir artículos únicos y que normalmente sólo se encuentran en este tipo de actividades, como recambios de motos clásicas, pegatinas y parches, artículos de colección o maquetas, entre otros.
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