La CHD impulsará este año nuevas regulaciones en el río Órbigo

El organismo de cuenca pide prudencia ante la campaña de regadío y considera que a partir de febrero los agricultores podrán hacer previsiones con los cultivos de primavera

Ical
05/01/2018
 Actualizado a 13/09/2019
El río Órbigo en una imagen de archivo. | ICAL
El río Órbigo en una imagen de archivo. | ICAL
La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) impulsará este año nuevas regulaciones en las subcuencas de los ríos Órbigo, Carrión y Adaja, recogidas todas ellas en el Plan Hidrológico, y trabajará en proyectos paralelos. Al respecto, el ente, dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, recordó que el propio Plan ya reúne esta regulación en zonas deficitarias.

Así lo avanzó a Ical el comisario de Aguas del organismo de cuenca, Ángel González Santos, quien también se refirió a la posibilidad de acometer nuevos embalses plurianuales que aliviarían la situación en periodos de sequía como el actual, una petición lanzada recientemente por la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, en una entrevista concedida a Ical. “En la cuenca del Duero hasta ahora no han sido necesarios porque con la regulación actual servía, pero ahora las características son otras y la situación es nueva, aunque parece que cada vez más frecuente”, comentó González Santos.

Sin embargo, y desde un punto de vista realista, remarcó que la directiva para modificar masas de agua es “muy exigente y requiere de unos argumentos y necesidades muy claras para llevar a cabo estas actuaciones”. Entre otras, alertó, “hay que entender que podría suponer anegar pueblos, y eso es difícil explicar hoy en día si el uso de agua es para uso económico”.

Por ello, abogó por la modernización de la máxima superficie agraria posible para convertirla en regadío, “porque es difícil regular de forma plurianual sin ajustar mejoras y concretar la demanda”, una justificación que utilizó como crítica a los regadíos denominados ‘a manta’. En este sentido, solicitó a la Consejería de Agricultura realizar estas “reflexiones” en los foros donde se plantean estas cuestiones. “No se puede pedir regulación plurianual mientras existe riego a pie”, comentó.

De cara a 2018, además, el organismo de cuenca trabajará en el llenado de la presa de Castrovido a partir de otoño y el remate de las obras, así como en la depuración de aguas residuales, tanto en proyectos nuevos como mejora de estaciones de tratamiento. Entre ellas, González Santos destacó las de Cuéllar (Segovia), Guijuelo (Salamanca), Venta de Baños (Palencia) y las Arribes del Duero. No se olvidó de la limpieza de cauces y la adecuación de los mismos, cuestión para la que se dedicarán unos ocho millones de euros.

Prudencia los próximos dos meses

En relación a la ausencia de lluvias suficientes que mejoren los niveles de los embalses, González Santos reconoció que la situación es “bastante justita de agua”, con reservas que rondan los 600 hectómetros cúbicos en la cuenca, por debajo de las medias de los últimos años.

Por ello, pidió prudencia y esperar a los meses de enero y febrero y, principalmente, en la primavera, un tiempo en el que “hay que recuperar mucho terreno, porque la situación es delicada”. “No sabemos qué deparará el invierno, pero hay margen para que sea excepcionalmente lluvioso. Hay que esperar a enero y febrero porque en estos momentos la tendencia es buena, en paralelo con el pasado año”, estimó. De momento, añadió, en los primeros días de año las lluvias y las nevadas en zonas de montaña ya han aliviado de forma moderada los embalses.

Igualmente, rememoró que el pasado año fue necesario aliviar embalses porque enero fue muy lluvioso. Pero es cierto que en esta ocasión “se parte de una situación con niveles mucho más bajos que entonces, algo especialmente visible en los pantanos de la zona norte”. A ello se suma un otoño “muy cálido con pocas aportaciones hídricas” y un mes de diciembre que registró tormentas, pero por debajo de los niveles de lluvia normales.

El comisario de Aguas aseguró que para el abastecimiento humano existen reservas suficientes, pero para el regadío hay que aguardar estos dos próximos meses. “Los agricultores deben esperar este tiempo para hacer sus cábalas con los cultivos de primavera, que son los que demandan más agua. Hasta abril hay tiempo”, manifestó González Santos, quien entendió que como mínimo debe pasar enero para tomar decisiones por parte del sector agrario en la adquisición de semillas y diferentes ‘inputs’. Aún se “puede recuperar ese terreno” que, por otro lado, admitió que es poco probable en términos estadísticos.

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