La cereza del Bierzo estrenará sello de calidad con una producción de 3.000 toneladas

Este año se producirá el lanzamiento de la esperada séptima marca de garantía para los productos agroalimentarios de la comarca

D. Álvarez (ICAL)
06/05/2018
 Actualizado a 16/09/2019
Nuevos brotes de cerezas de la Marca de Garantía del Bierzo. | C. SÁNCHEZ (ICAL)
Nuevos brotes de cerezas de la Marca de Garantía del Bierzo. | C. SÁNCHEZ (ICAL)
Uno de los motivos por los que es conocida la comarca del Bierzo es por la gran calidad de sus productos agroalimentarios, como atestiguan las seis marcas de garantía que ensalzan el valor de la manzana reineta, la pera conferencia, el vino, la castaña, el pimiento asado o el botillo. Tras el desastre sufrido el año pasado, cuando la climatología se cebó con el campo en forma de heladas y granizo, la cereza berciana se convierte en esta campaña en el séptimo sello que se une a ese selecto club, con una cosecha que se estima en cerca de tres millones de kilos, de los cuáles los responsables de la marca de calidad esperan que se certifiquen casi 2,5 millones. “Esperamos que, si no es el total, que al menos sea la mayoría”, recalcó el presidente de la marca de garantía, Ángel Gallego, que se mostró “muy satisfecho” por la previsión de poder ver la primera caja contraetiquetada como Cereza del Bierzo en las estanterías del supermercado este mismo verano.

Al respecto, Gallego recordó que “el proceso ya estaba en curso el año pasado, pero quedó parado por la falta de cosecha”, originada por los adversos fenómenos climatológicos. De cara a la cosecha que se iniciará en pocas semanas, los responsables de la marca de calidad han tratado de “dar continuidad al proyecto y sumar la incorporación de más productores y empresas”. En ese sentido, el presidente del organismo regulador remarcó que el periodo de inscripción para formar parte de los productores certificados por la marca de garantía está abierto hasta finales del mes de mayo, por lo que aún no se dispone de datos definitivos sobre el número de afiliados al sello de calidad.

En cuanto a la cosecha, Gallego adelantó que “todavía es un poco pronto para valorar la cantidad” que se podrá cosechar, aunque habló de “una campaña normal, pero algo retrasada en el tiempo”. “Ya se ha producido la caída del pétalo y el fruto ya está cuajado”, aseguró el presidente de la Cereza del Bierzo, que valoró las lluvias de invierno como un aliado para la cosecha. Por lo que respecta a la fecha de inicio de la recolecta, Gallego recordó que “depende de las variedades”, por lo que las más tempranas, como la burlat, se empezarán a recoger a finales de mayo, mientras que la variedad francesa, destinada principalmente a la elaboración de confituras y mermeladas, puede prolongar su recolecta hasta principios del mes de julio.


Buenas condiciones


En la misma línea, el director técnico de los sellos de calidad del Bierzo, Pablo Linares, valoró la “aparente buena floración” que han tenido los árboles. “En general, este año ha habido condiciones buenas, con frío en invierno y temperaturas bajas en la noche, pero no lo suficientes para provocar un daño significativo en los árboles”, subrayó el también director de la Asociación Berciana de Agricultores (ABA), que destacó la importancia de haber disfrutado de “un final del invierno y un principio de primavera muy lluviosos”.

“Era algo que necesitábamos mucho, el suelo casi no tenía reservas hídricas, a causa de la extrema sequía sufrida el año pasado”, recordó Linares, que estimó que la recolecta se situará al nivel de “una campaña normal, con cerca de tres millones de kilos” de producción total en las más de 200 hectáreas de cultivo existentes en la comarca. “Cuando echemos a andar con la marca de calidad, tendremos datos estadísticos reales”, avanzó.

En ese sentido, Linares recalcó la diferencia entre las plantaciones más nuevas, con un marco de plantación regular y otros sistemas agronómicos que convierten al cultivo en “más productivo”, y otras parcelas en las que el cultivo se lleva a cabo “de una manera más tradicional”, con “marcos de plantación muy amplios”. “Los datos de superficie resultan engañosos, porque no es un cultivo tan regular como el manzano o el peral”, explicó.

En cuanto a la recolección del fruto, el director técnico de los sellos de calidad avanzó que dará inicio “en función del calor y el sol que vaya viniendo”, aunque coincidió con Gallego al señalar que la campaña se prevé “algo retrasada”, y que podría retrasarse “hasta principios de junio”. Con la vista en el cielo, Linares apuntó que “salvo catástrofe, ya no van a venir heladas en esta época del año, sería totalmente anormal” y subrayó que “los mayores peligros son la lluvia abundante, que provoca el rajado del fruto, o el granizo, que puede echar a perder la producción”.

Actualmente, el fruto se encuentra en la fase de envero, en la que cambia de color, de verde a rojo. Tras la recolección y su eventual transformación, la cereza berciana se comercializará por primera vez bajo esta nueva etiqueta que la acreditará como un producto de calidad. “Estoy satisfecho, orgulloso y contento por añadir una nueva marca a los productos de calidad que se cultivan en este territorio inigualable”, explicó Linares, que recordó que el Bierzo es la zona de Europa que dispone de más sellos de calidad por hectárea. “Nos tendría que hacer pensar hacia dónde tenemos que enfocar el desarrollo de la comarca, porque seguimos viendo el sector agroalimentario como un sector de apoyo, en lugar de como uno principal”, lamentó.

En esa línea, Linares bromeó con el eco apocalíptico que resuena tras el lanzamiento del deseado “séptimo sello” de la comarca y esperó que su salida al mercado sirva para ahuyentar fantasmas y “sacar la espina clavada” en el corazón del sector, que tuvo que demorar un año más de lo previsto la puesta de largo de la nueva marca de garantía. “Esperemos que los avatares y la espera hayan valido la pena y que 2018 no sea un año para olvidar y de ruina total como fue el año pasado, que supuso un revés importante para todo el sector, con pérdidas de hasta el 80 por ciento”, zanjó.

Expectación entre los productores


Por parte de los productores, Alberto Arias, portavoz de la cooperativa Agrimor, radicada en la pedanía ponferradina de Rimor y una de las que mayor producción acumula en la comarca, coincidió en definir la pasada campaña como un “año espantoso” que ha causado una “mortandad preocupante de los árboles a causa del estrés hidríco provocado por la sequía prolongada”. Como ejemplo, explicó que este año la salida de la hoja se ha simultaneado con la floración, lo que demuestra que los árboles estaban “deseosos de brotar”.

“Si no viene nada extraño, habrá una buena cosecha, pero aún es pronto para hacer previsiones”, afirmó con la prudencia que caracteriza al que sabe que el clima le puede estropear el trabajo de todo un año. “Las condiciones de humedad son óptimas y de momento todo apunta que será un año normal, aunque algo retrasado”, apuntó Arias, que avanzó que la recolecta podría empezar “a finales de este mismo mes”.

En cuanto al desembarco de la marca de garantía, los responsables de la cooperativa se mantienen “expectantes”. “Es el primer año y queremos ver qué pasa, porque echar a andar las cosas es difícil a muchos niveles. Es muy fácil poner una etiqueta y las novedades siempre gustan, pero hay que demostrar lo que se es capaz de hacer”, aseguró.

La capital comarcal de la cereza


Más optimista con el comienzo de la andadura se mostró Luis Alberto Arias, alcalde de Corullón, municipio considerado como la capital de la cereza del Bierzo. Allí, más de 70 productores se interesaron por conformar una asociación con la que participar en el nuevo organismo y disfrutar de su cobertura. De ellos, una veintena son agricultores profesionales, que combinan el cultivo de la cereza con otros productos como el viñedo o la castaña. Por cuestiones de tiempo, el colectivo no se constituirá de cara a esta campaña, sino a la del año próximo, avanzó el regidor, que confesó que tiene “ganas de ver cerezas del Bierzo en su caja, con su marca de garantía”. “Llevamos mucho tiempo esperando y siento mucha satisfacción”, aseguró.

En ese sentido, Arias subrayó las “buenas expectativas” de los productores locales, que esperan recoger cerca de 250.000 kilos de cereza en los distintos pueblos que conforman el municipio. Al respecto, el Ayuntamiento ha repartido en los últimos tres años más de 3.000 plantones de cerezo que se han plantado en distintas parcelas particulares. Además, Corullón, apodado como 'el Jerte berciano', también ha sido escenario en los dos últimos años de la ruta dedicada a la cereza dentro del programa diseñado por el Consejo Comarcal para poner en valor los productos de calidad del Bierzo.
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