La cascada de Cantejeira

El Bierzo Oeste tiene personalidad gallega, tanto en su paisaje como en su paisanaje. En esta ruta podemos ver una toponimia antigua y evocadora, en un marco de verde y agua

Francisco A. Ferrero
07/04/2019
 Actualizado a 19/09/2019
Ubicación de la ruta de senderismo ‘La casacada de Cantejeira’, en Google Earth.
Ubicación de la ruta de senderismo ‘La casacada de Cantejeira’, en Google Earth.
El itinerario más fácil para conocer la cascada que se propone en esta ruta es desde la aldea de Cantejeira (o Cantexeira). Desde el pueblo, situado a 1100 msnm, la distancia a recorrer hasta alcanzar el salto de agua es de tan sólo unos 1,3 km. Por ello, y al objeto de conocer estos hermosos paisajes del siempre mágico poniente berciano, la ruta que aquí se plantea es algo más larga, iniciando su andadura en el pueblo de Trabadelo, en plena Ruta Jacobea. Esto nos permitirá atravesar el vientre del valle donde se encuentra el despoblado de Paradela y volver al lugar de partida recorriendo longitudinalmente la cresta de la Sierra de Amarelo.

El Bierzo Oeste tiene personalidad gallega tanto en su paisaje como en su paisanaje; valles profundos y verdes que te abrazan con su espesura. Caminar por estos bosques serenos te llena el alma, es por ello que esta ruta intenta sumergir al lector en un paisaje tranquilo de verde y agua a través de los alargados tentáculos que extiende la Sierra de Cantejeira hasta su encuentro con el río Valcarce. Hay que salirse de la autovía A-6 a la altura del estirado pueblo de Trabadelo y recorrerlo longitudinalmente hasta alcanzar, en las afueras, el puente de Tréveda que salva el arroyo de Paradela y donde se inicia la ruta. Del estribo izquierdo del puente sale un camino de tierra que nos lleva al pueblo de Paradela tras recorrer alrededor de 1,7 km. Trabadelo es un pueblo de tradición milenaria como lugar de paso secular e inevitable hacia la vecina Galicia, se estructura alargado flaqueando la vieja carretera nacional VI. En 1850 el diccionario Madoz se refería a Trabadelo como: «cabecera del ayuntamiento del mismo nombre al que se hallan agregados los pueblos de Pradela, Sotelo, Sotoparada, Parada de Soto, Pereje, Moral y San Fiz do Seo. Está situado en una pequeña llanura a la orilla izquierda del río Valcarce y carretera de Castilla a Galicia. En el siglo XVII existía dentro de este término el antiguo pueblo de Laredo, del que sólo queda un pequeño puente sobre el arroyo Tejeira (ahora conocido como Valdelobos)».

El Anuario Bailly Baillere de 1922 señala que la población era de 446 habitantes y que existían negocios dedicados ala venta de comestibles y vinos, tratantes de ganado, molinería, herrería, hospedería, sastrería, zapatería y fabricación de zuecos.
En 1809, durante la Guerra de la Independencia, Trabadelo es incendiado por los franceses en su paso desde Galicia. En 1836 se constituye el ayuntamiento de Trabadelo dentro de la provincia de León, lo forman en aquel momento los pueblos de Trabadelo (capital, con su barrio Paradela), Moral, Parada, Pradela, Perexe, San Fiz do Seo, Soutelo y Souto. En 1877 Trabadelo alcanza los 525 habitantes, probablemente la mayor población de toda su historia, muy lejos de los poco más de la cincuentena que tiene en la actualidad.

Después de atravesar Trabadelo cruzamos el puente de ‘Tréveda’ que salva el arroyo de Paradela. El puente es de traza romana ya que por aquí pasaba la Via Nova del tramo Astúrica-Lucus. El viejo puente romano medía 4,25 metros de anchura y después de su renovación, durante la construcción del Camino Real a Galicia, se le adosó hacia aguas abajo otro arco ligeramente más estrecho, resultando finalmente una calzada de 8,40 metros de ancho. La planta del puente tiene un curioso desarrollado en forma de ‘S’ estirada, algo atípico para una estructura de este tipo. Colocándose bajo las arcadas del puente, se pueden ver las costuras de los dos arcos adosados que marcan fechas de construcción separadas casi dos mil años.
El puente, utilizado por los peregrinos que siguen el Camino Francés de la Ruta Jacobea, sigue la senda del camino trazado por el Ingeniero Carlos Lemaur bajo el gobierno de Carlos III a finales del siglo XVIII, conocido como Camino Real. Aún podemos ver, a unos 130 pasos antes de alcanzar el puente y oculto entre la vegetación, un perfecto mojón de piedra (leguario) de dimensiones aproximadas 1,70 x 0,81 x 0,85 metros que señala en su frente: «A la Coruña 28», desconociendo las unidades (¿leguas reales?). El viejo Camino Real que unía Castilla con Galicia, se convirtió en la primera carretera N-VI. Con la construcción en 1974 de la nueva carretera Nacional VI y en 2001 de la Autovía del Noroeste, Trabadelo queda al borde de las nuevas carreteras pero sigue atravesando la localidad el Camino de Santiago que se solapa sobre la traza de la vieja carretera que tiene más de dos mil años de historia.

Pero volvamos a la descripción de nuestra ruta. Desde el estribo izquierdo del puente de Tréveda parte un camino que nos lleva al despoblado de Paradela.Al inicio del trayecto, a nuestra derecha y a la altura de dos grandes líneas eléctricas que sobrevuelan la zona, podemos ver terrenos abarrancados producidos por la fuerza erosiva del agua. Se trata de canales de desagüe hacia el arroyo de Paradela procedentes del paraje de Las Médulas, una antigua explotación de oro romana que desmontó un placer fluvial elevado sobre las márgenes del río Valcárcel, y que hoy está poblado de un magnífico soto de castaños. La abundancia de murias de cantos rodados en distintos puntos de la explotación evidencian una pequeña explotación minera. No está suficientemente estudiada, pero podría tratarse de una antigua terraza fluvial del río Valcárcel, o un retazo de sedimentos colgados separados de la gran mina romana de Los Cáscaros, distante a tan solo 3 km en línea recta. El camino hasta Paradela discurre paralelo al eje del río y va sorteando castaños centenarios hasta alcanzar el solitario caserío de Paradela. Unos metros antes de alcanzar las primeras casas, se observa la escombrera de una antigua mina de hierro pardo que se intercala en un pequeño afloramiento de caliza donde las rocas dominantes son cuarcitas, pizarras y areniscas de edad cámbrico-ordovícica (Serie de Cabos).

El diccionario de Pascual Madoz (1850) no tiene un apartado específico para Paradela, sin embargo, cuando describe Trabadelo menciona que tiene, como anejo al pueblo, el barrio de Paradela con tan solo 4 vecinos. Paradela llegó a tener 60 vecinos en 1900 pero quedó despoblado en el quinquenio 1986-1991. Una vez rebasado Paradela, el camino continúa alrededor de 1 km hasta alcanzar un pequeño puente de barandillas de hierro que dirige nuestro caminar hacia la otra margen del río. Desde aquí, durante alrededor del 1,6 km, el camino está invadido por la vegetación pero aún es posible adivinar su traza. Más adelante, el camino mejora ostensiblemente y empieza a ascender zigzagueante entre un magnífico bosque de robles hasta que intercepta una amplia pista forestal que cumbrea la Sierra de Amaredo.Desde aquí hay que seguir en dirección N hasta alcanzar el desvío a la cascada situado a alrededor de 1,6 km.

Las cascada, de unos 10 metros de altura, está aproximadamente a la cota 1000 msnm y recoge una superficie de alrededor de 4,5 km2. De su base partía un antiguo canal de riego que hoy se ha convertido en el hollado sendero de acceso a la cascada. Aguas abajo, un bosque de galería compuesto de corpulentos alisos y pradairos ha conseguido sobrevivir a las seculares crecidas del invierno y primavera. Conviene pasar un rato en este lugar solitario, e impregnar nuestros cinco sentidos de una naturaleza viva y cambiante antes de emprender nuestro camino de vuelta.

En leonés las cascadas se conocen como ‘fervencia’ y en gallego con una acepción similar ‘fervenza’, pero también como ‘hervideira o hervidoiro’, quizás por la producción de burbujas al caer en el socaz de la cascada, que se asemeja a una olla en ebullición. De ahí que, un poco más abajo de la cascada, uno de los parajes se conozca bajo el sugerente nombre de Pena (Peña) Herbideira.

Una vez alcanzado de nuevo el collado que nos descendía a la fervenza, se recomienda andar unos 200 m en dirección N hasta dar vistas la aldea de Cantejeira, un pueblo abancalado a la solana rodeado de cuidadas praderías.Es aquí donde se aprecia la personalidad gallega de estas tierras, aún estando en territorio leonés. La agricultura, y sobre todo la ganadería, constituyen la forma de vida predominante de esto pueblos, diversificando, y complementándose, con las derivadas del desarrollo agroturístico. Si dispones de tiempo, merece la pena dar un paseo entre sus calles y visitar la Casa de Lamas, una palloza restaurada que no te dejará indiferente.

El camino de regreso es a lomos del espinazo de la Sierra de Amaredo, que separa el interfluvio de los arroyos de Paradela y Valdelobos. Durante el trayecto atravesaremos mixturas de excelentes bosques de roble melojo y pinares de repoblación de pino gallego y radiata sobre suelos de esquistos y cuarcitas. Hacia el final del recorrido, y antes del último descenso en bajada brusca, se aprecia en perspectiva el falso túnel de la Escrita. Aterrado durante el año 2009 por el desprendimiento del talud de la montaña adyacente, produjo el corte de 5 km de la autovía A-6 durante 16 meses. Una gran obra de ingeniera que movilizó más de 0,5 hm3 de tierra para descargar de peso la montaña, drenarla, y dar consistencia a su base y talud. Desde la altura, podemos intuir los grandes movimientos de tierra realizados para estabilizar una montaña.
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