La Cabrera trata de volver a la normalidad sin agua y sin teléfono

Tan negro en el cielo como en la tierra. El paisaje de La Cabrera se ha vuelto lunar después del incendio que durante una semana arrasó más de 8.000 hectáreas. El fuego obligó al despliegue de cientos de personas, con importantes medios aéreos y terrestres del Ministerio, la Junta y las propias entidades locales de la zona.

Precisamente, en la mañana de este miércoles, los alcaldes de Encinedo, Truchas y los presidentes de las Juntas Vecinales han mantenido una reunión de trabajo con el Consejero de Fomento y Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez Quiñones, y con el delegado territorial, Guillermo García. El objetivo del encuentro pasa por buscar soluciones para que los pueblos y sus vecinos puedan recuperar la normalidad cuanto antes.

Ahora, lo más urgente es garantizar el suministro de agua potable, después de que las fuertes lluvias de los últimos días contaminaran los ríos y acuíferos que abastecen a nueve localidades.

También se trabaja para restablecer las comunicaciones. Las llamas quemaron los repetidores de televisión y telefonía de Encinedo, dejando sin servicio a varias localidades. Las máquinas han comenzado a retirar la madera quemada y los operarios de Fomento de la Junta se emplean en limpiar 25 kilómetros de carretera y reponer las señales dañadas.

Por otra parte, la actividad industrial y comercial se ha reanudado en la zona y los pueblos evacuados vuelven progresivamente a su día a día.

Mientras tanto, los ayuntamientos han iniciado los trámites para la declaración de zona castastrófica con el apoyo de la Junta. Un trabajo en los despachos que ya se está adelantando sobre el terreno para que La Cabrera pueda resurgir de sus cenizas, como todos esperan, pronto y con más fuerza.