La BTT Alto Porma, continuación de la Corona de la Montaña Leonesa

La prueba, tremendamente dura por las condiciones meteorológicas y el recorrido, reunió a 500 ciclistas

Javier Remolina
18/09/2022
 Actualizado a 18/09/2022
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El pasado 18 de junio se celebró en Puebla de Lillo la primera edición de la BTT Alto Porma, segunda prueba puntuable de las 3 que componen la Corona de la Montaña Leonesa. 500 participantes (no quedó ninguna plaza libre) entre las dos modalidades: la larga (60 kms, 2050 metros de desnivel acumulado) y la corta (32 kms, 1000 metros de desnivel acumulado). Así como en la Perimetral de Peñacorada se notó una considerable afluencia de cántabros y de palentinos, en la villa del torreón destacó la amplia presencia de ciclistas asturianos. Nada de extrañar, dada la cercanía y comunicaciones.

Se trata de la primera edición, si bien supone, según los organizadores (club Los Jabalíes) la recuperación del “memorial Chegua”, cuya memoria estuvo presente en la prueba.
El recorrido (especialmente en la ruta larga) es duro y pueden distinguirse tres partes: (i) la primera se compone de subidas largas y acusado desnivel entre Redipollos y Cofiñal, por Las Secas y las faldas de los puertos de Tronisco y de Mampodre. Se recorren hermosos hayedos cuya sombra se agradecía en un día tan caluroso En ese primer tercio se empezaron a marcar las primeras diferencias relevantes. La segunda parte comienza con una larga subida por el valle Pinzón, precisamente hasta el collado la Chegua. Se trata de una ascensión más larga pero más tendida que las anteriores. Desde allí se desciende rápidamente a Isoba, donde comienza un recorrido bastante dificultoso técnicamente, en especial tras pasar al lado del Lago del Ausente. Sendas estrechas y cortas pero muy pindias, con pequeños tramos en los que muchos tuvimos que echar pie a tierra y remontar con la bici en la mano. Luego bajada por calzada pedregosa con escalones donde también era aconsejable bajarse durante unos metros para evitar caídas. Al final de esta segunda parte se baja rápidamente hasta la carretera del puerto de San Isidro.

Desde allí empieza lo que podríamos denominar como tercera parte, con subidas de nuevo intensas y constantes. Primero hasta la ermita de Pegarúas; luego bajando a valle Yllarga y remontando por un hermoso hayedo hasta el collado desde donde se desciende por un endiablado (y divertido) camino en zigzag de nuevo a valle Yllarga, por el que se continúa unos kilómetros para volver a ascender hasta la majada de Campomuelle, donde se alcanzan los 1600 de altitud. Esta subida tiene los metros de mayor pendiente, especialmente en el hayedo previo a la collada, con desniveles del 17%. Luego se avanza por una campera donde la yerba ralentiza el paso. Desde allí se inicia un largo y vertiginoso descenso hacia Puebla de Lillo. En ese tramo el cansancio es ya considerable, pero es necesario mantener la concentración para no sufrir caídas en una bajada tan rápida y sinuosa. Y cuando ya parece que la meta está al alcance de la mano, viene una “traca final” inesperada. En el perfil de ruta se apreciaba en ese último tramo un pequeño repecho y la continuación de la bajada hacia el valle del Celorno. Pero, ya sobre el terreno, el repecho no era tan pequeño y, sobre todo, la bajada era endiablada. Primero por senda de intenso desnivel y luego una bajada también por estrecha vereda entre bosque con tramos de escalones. Y finalmente se aparece ya en Puebla de Lillo por el noroeste, el “barrio” del mítico restaurante Madrid y se cruza la meta en el puente sobre el arroyo Silván.

Esas condiciones meteorológicas, sumadas a la dureza del recorrido, provocaron decenas de abandonos en la ruta larga. En todo caso nada puede objetarse al recorrido en sí, diseñado de con buen criterio. Otra cosa es que hay que ir entrenado, claro.

En categoría masculina se alzó con la victoria Óscar Reguera (equipo TH Homologaciones), seguido por apenas 3 segundos de diferencia por Didier González, completando el podio Héctor García. Reguera lidera también la clasificación de la Corona.

En categoría femenina destacó la presencia de la asturiana Rocío Gamonal, campeona de España de esta especialidad. Se llevó el triunfo, acompañada en el podio de Patricia Sánchez y Cintia Rodríguez (Mitto-Sauce Team), que lidera la clasificación general de la Corona de la Montaña Leonesa.

La organización fue esmerada y correcta, la señalización no dio lugar a pérdida y los avituallamientos estaban bien distribuidos. Además se contó con asistencia mecánica por parte de profesionales.
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